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Profeta en tierras lejanas

El argentino Javier León, dueño de una historia muy particular: juega y predica. Dejó su huella en la rispidez de Birmania, donde recibió premios por su actuación. Ahora continúa su doble tarea en el fútbol sueco.

Por Alejandra Altamirano Halle ·

11 de noviembre de 2009
“MI CARA ES SERENA, mi paso es rápido, mi meta es el cielo, mi camino es angosto, mi senda es áspera, mis compañeros son escasos, mi guía confiable y mi misión clarísima”, publica en su perfil de Facebook el futbolista argentino Javier Ignacio León. Cordobés y evangelista metódico, a los 27 años decidió cambiar la calidez de la capital cordobesa por la rigidez de Birmania, un destino que pocos se animarían a elegir. Tomó la decisión de irse a jugar a un país envuelto en guerra civil por un “llamado de Dios”. Después de tres meses, logró que sus dos compañeros argentinos también se involucraran con el evangelismo. Ahora, vive en Suecia con uno de ellos, Rodrigo Rojas, y ambos predican la palabra de Dios.
Imagen I BELONG TO JESUS, la frase de Javier Léon en su camiseta. El cordobés que utiliza el fútbol para predicar la religión evangelista en el mundo.
I BELONG TO JESUS, la frase de Javier Léon en su camiseta. El cordobés que utiliza el fútbol para predicar la religión evangelista en el mundo.

Los dirigentes del Delta de Myanmar vieron sus videos por Youtube, lo llamaron y lo contrataron después de una prueba. El sintetiza todo este tramiterío futbolero y formalidades contractuales como “el mandato de Jesús”.

Javier no puede negar que tanto la llegada como la estadía en suelo birmano le resultaban difíciles. Se terminó acostumbrando a situaciones complejas, porque no le quedaba otra. “No es fácil ver cómo tratan a los chicos de las Inferiores, que si se les cae la pelota haciendo jueguitos, tienen que hacer 100 rolls sobre el asfalto. O hacer flexiones de brazos por tener la camiseta fuera del pantalón. Demasiado abuso de autoridad por parte de los entrenadores, parece el servicio militar”. Sin embargo, agrega que fue el lugar donde lo han tratado mejor, ya que allí son muy respetuosos con los extranjeros.

Imagen RECONOCIMIENTO. El cordobés recibe un premio por su destacada actuación en el fútbol birmano.
RECONOCIMIENTO. El cordobés recibe un premio por su destacada actuación en el fútbol birmano.

“Las autoridades del país no permiten chequear los mails todos los días. Una vez por semana nos otorgaban una clave para poder hacerlo. Sin embargo, usábamos el Messenger para mantener el contacto con la familia y los amigos. De esa manera, ellos tienen controlados a todos”, explica, ya sin miedo. Parecido con el teléfono celular: “Nunca pude tener un número fijo, podés comprar una tarjeta con un número que te sirve hasta que se te consume el crédito, después esa línea no la podés usar más”.

Avi Jav, como reza su nick cibernético, cuenta que su familia se quedó muy preocupada cuando armó las valijas para probar suerte en el fútbol europeo. Dice que su madre y su padre, que no son evangelistas, no la pasaron nada bien. Ahora que Javier vive en Suecia, Ana Beatriz y Ramón están más contentos. Y Javier también, no sólo encontró su lugar en el equipo Vasalund IF. También les regaló a dos compañeros suecos remeras con la inscripción: “I belong to Jesus” (Pertenezco a Jesús) y ha tenido gran aceptación. Eso sí, asegura que el evangelismo no es religión: es llevar a Jesús en el corazón. Y que el fútbol es sólo su “excusa” para seguir predicando.


Por Alejandra Altamirano Halle

Esta nota fue publicada en la edición noviembre de 2009 de la revista El Gráfico.