Argentinos en el exterior

"En la Argentina, no pude hacer ni una moneda"

Vicente Monje tuvo que emigrar al fútbol griego para mejorar el futuro de su familia. Sin embargo, extraña mucho y confiesa que quiere volver al país en un par de años para retirarse en Ferro.

Por Redacción EG ·

06 de noviembre de 2009
Imagen EL COLORIDO en el estadio. Como señaló Monje: "Llevan bengalas y trompetas".
EL COLORIDO en el estadio. Como señaló Monje: "Llevan bengalas y trompetas".




Son las nueve de la noche en Grecia y suena el teléfono. Vicente Monje atiende deseoso por contar todas las novedades de su estadía en Europa. Supera los 4 meses en un país antes desconocido para él. Con diferentes costumbres, otro alfabeto y un idioma complicado al que intenta adaptarse. Lejos quedaron sus épocas en Atlanta y en Ferro, donde la gente lo recuerda, lo extraña y su sentir es recíproco. Delantero o volante zurdo, con una extraña habilidad para quebrar la cintura y dejar rivales en el camino, combinada con un espíritu de sacrificio poco habitual en los futbolistas distintos.

-¿Cómo te está yendo?
-Bien, por suerte estoy jugando y a mi equipo le va muy bien. Primeros en la Liga y además hay una Copa que la juegan clubes de todas las categorías.

-¿Algo así, como en España, la Copa del Rey?
-Sí, en la primera ronda, le ganamos a uno de Tercera división y lo dejamos afuera. Después eliminamos al Aris, que es un equipo importante de Primera y ahora pasamos a la tercera fase. Nos tocó otro club de la Super Liga: el Skoda Xanthi, en el que juega Mauro Poy (ex Rosario Central y Godoy Cruz).

-Esta temporada, ¿está para ascender el Olympiakos Volos?
-Sí, se habla mucho de eso. Todos dicen que se conformó en grupo para subir a Primera. Están saliendo muy bien las cosas. Jugamos siete partidos en el campeonato y estamos primeros con 16 puntos. Es un equipo bien nombrado.

-Metiste un gol, ¿no?
-Sí, hice el empate contra Panaitolikos Agrinio. Pero no tengo tanta llegada al arco porque me cambiaron posición. No estoy jugando de delantero ni de volante por izquierda. Me ponen de doble cinco. Me quiero matar. Es una posición que no conozco. Todos los días llego fastidioso a mi casa. Pero el cuerpo técnico está contento.

-¿Pero qué pasa? ¿Por la izquierda hay mejores jugadores que vos?
-No es eso. Dicen que le rindo más al equipo jugando en el medio. Pero a mi me gusta dominar la pelota y encarar. Pienso que le puedo aportar otra cosa al equipo. Por ahora estamos bien así. En la izquierda un día ponen a un jugador griego, al partido siguiente lo cambian y ponen a otro. No le da continuidad a ninguno. En cambio, yo jugué todos los partidos. En mi nueva posición, cuando tenemos la pelota me liberan un poco más y cuando no, hay que marcar.

Imagen EN FERRO encontró su lugar en el mundo. "Algún día volveré", avisa el nacido en Yuto, Jujuy. (Gentileza: ferrocarriloeste.com.ar)
EN FERRO encontró su lugar en el mundo. "Algún día volveré", avisa el nacido en Yuto, Jujuy. (Gentileza: ferrocarriloeste.com.ar)




-¿Cómo se dio el contacto para llegar a Grecia?
-El manager del club fue a verme a Ferro, se quedó a varios partidos, después se contactó con mi representante y, bueno... me ofrecieron esta posibilidad.

-¿Fueron complicados los primeros días? Adaptarte al idioma, a las comidas...
-Sí, bastante jodido. La comida es parecida, aunque la mejor carne, olvidate, la tenemos en Argentina. Pero pescado y pollo, eso no hay problema. El idioma es difícil. Además tienen otro alfabeto. Pero me dieron una casa, muy linda y cómoda, y un auto. 

-Me imagino que cuando vas a un negocio se complica...
-Claro. En estos meses aprendí a decir un par de cosas básicas: gracias, permiso, por favor. También entienden inglés y yo mas o menos hablo porque estuve jugando seis meses en el Germinal de Bélgica.
 
-¿Cómo hacés para entender las indicaciones del director técnico?
-En el plantel hay un argentino que habla bien griego e inglés. Leandro Álvarez, que jugó en Talleres de Córdoba y Tiro Federal. Él nos traduce todo a Javier Umbides (ex Estudiantes de Caseros, All Boys), otro chico que juega con nosotros, y a mí. La verdad que es un fenómeno. El entrenador le pide que nos explique.

-¿Estás acompañado por tu familia?
-Vine con mi esposa y mis dos hijas.

-¿Los hinchas son tan pasionales como en el fútbol argentino?
-No, tanto no. Pero acá llenan la cancha todos los fines de semana, meten bengalas y trompetas. El estadio no tiene tanta capacidad, entrarán unas siete mil personas, pero hay mucho clima.

-Vos solías ganar en el área rival y eras de hacer muchos goles de cabeza...
-Sí, pero acá no me dejan ir a buscar. Yo le digo pero no hay caso. Cuando es un corner desde la izquierda lo pateo yo y si es del otro lado me hacen quedarme afuera del área esperando el rebote.

-¿Que tan competitiva es la liga?
-Es duro el nivel. En la pretemporada jugamos un amistoso, con gente y todo, contra el Panathinaikos, mismo el partido con el Aris, que son de Primera y se podía jugar, había más espacios. Te podría decir que es más fácil jugar con ellos que en Segunda, donde te pegan mucho más. Igual el fútbol argentino es mejor.

Imagen CON LA CAMISETA del Olympiakos Volos de la Segunda división griega. Van punteros en el campeonato.
CON LA CAMISETA del Olympiakos Volos de la Segunda división griega. Van punteros en el campeonato.








-¿Hay jugadores con tus características de sudamericano?
-Sí, hay varios que tienen muy buena técnica. Pero el fútbol es más a la Europea. Mucho más táctico y más físico. Tenés que jugar rápido, al toque.

-Muchos recordarán la melena abundante que tenías por la que te apodaron Plumero. ¿Cómo te dicen tus nuevos compañeros?
-Pepe, Pepe. Plumero ya quedó atrás (risas).

-¿Qué cotidianeidades extrañás?
-Todo. Extraño estar en el club, con mis compañeros. Extraño hacer una asado con mi familia.

-¿Cómo imaginás el futuro?
-Algún día quiero volver y retirarme en Ferro. Porque ahí fue donde realmente me sentí más cómodo. Me quedarán 4 o 5 años más de carrera. Mi intención es quedarme un par de años más en Grecia y cuando haya hecho una diferencia poder volver al paí







s. Lamentablemente me tuve que ir porque en la Argentina no pude hacer ni una moneda con el fútbol. Está bien, vivo bien, pero tengo 28 años y todavía no me pude comprar una casa.

-De todas formas, es una linda experiencia.
-Sí, por lo menos conocí otros lugares y aprendo idiomas, que me pueden servir en un futuro.

Por Gabriel Carrizo Koren