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Infierno a 12 pasos

Jugando peor de lo que podría preverse, San Lorenzo perdió el partido y la definición por penales ante un rival humilde pero inteligente para aprovechar horrores ajenos.

Por Carlos Poggi ·

05 de noviembre de 2009
La confianza mata al hombre y no tenerla también. De eso puede dar fe este San Lorenzo del Cholo Simeone que tenía ventaja para pasar a las semifinales de la Copa Sudamericana, pero que no supo aprovecharla de manera increíble. River de Montevideo que había perdido en el Centenario por 1 a 0 vino en búsqueda de la hazaña y la concretó.

Claro que el equipo de Juan Ramón Carrasco jamás pensó que encontraría a un San Lorenzo sin fútbol y sin ánimo. Por eso atacó siempre y acaso por su mala puntería no llegó a la clasificación sin pasar por el infierno de los penales. Los del Cholo desnudaron errores de todo tipo, en especial en sectores claves de la cancha. Atrás, por el lado de Aureliano Torres, River tuvo camino libre para llegar cuantas veces se lo propuso. En el medio, Rivero debió luchar solo contra propios y extraños. El Kily nunca fue socio y mucho menos el Papu Gómez. Adelante, Romeo demostró falta de punch y el joven Rovira no fue el de otras veces.

Frente a ese panorama que  el River oriental lograse el gol por una falla del Kily y un desajuste en la marca de Aguirre, resultaba llamativo. La falta de visión para resolver de los tres delanteros uruguayos lo privaron de una clasificación más holgada que sin duda mereció el conjunto de Carrasco. 

Igual, San Lorenzo, este San Lorenzo del miércoles 4 de noviembre, no daba muestras de estar preparado para aceptar un salvoconducto a las semifinales de la Copa. Que Aureliano Torres haya quedado afuera de  la lista de pateadores de penales por acusar una lesión, no es si no el testimonio de la falta de confianza de quien sabe que la gente lo putea echándole en cara aquel penal errado contra Liga de Quito por la Copa Libertadores.

Esa falta de confianza del paraguayo fue la misma que evidenciaron Bottinelli y Aguirre en la serie de cinco tiros desde los doce pasos. Grave error que agrandó el uruguayo Pintos al tirar una masita para darle al arquero uruguayo el título de héroe. Por ahí se escuchó que patear penales en definiciones de este tipo no es para cualquiera. Certeza solo aceptada si los ejectuantes son muchachos de oficina o entusiastas amateurs. Casi inadmisible para profesionales que se dedican pura y exclusivamente a este metier y que cobran mucho dinero, además, por hacerlo.

Pero tampoco hay que caerles con todo solo a los ejecutantes, porque también los encargados de confeccionar la lista son responsables, como también lo son por no haber hecho practicar como correspondía tiros desde el punto del penal, sabiendo que una definición así era posible. Porque debe considerarse que si Simeone y Vivas creyeron que  la serie estaba casi liquidada cometerieron un grave error. Este San Lorenzo que tiene poco fútbol como base estructural, no debe dejar pasar una cuestión tan gravitante. Que sus jugadores no acostumbran a practicar penales quedó evidenciado. Por eso ahora, los Santos están sintiendo de cerca, una vez más, las llamas del infierno.