Las Entrevistas de El Gráfico

"Hoy se usa la palabra ídolo para cualquier cosa"

Un Bocha auténtico. Se lamenta porque en Independiente se perdió el paladar negro, repasa sus hazañas, evoca las horas que tardaba desde Zárate a Avellaneda y cuenta que aún no encontró su lugar.

Por Diego Borinsky ·

29 de septiembre de 2009
Nota publicada en la edición junio 2009 de la revista El Gráfico

1 Si en tu época hubiera existido Hair Recovery, ¿habrías ido? Cuando yo jugaba no había trasplantes de pelos, pero a los 24 años, más o menos, probé con unos masajes capilares, con shampoo especial y vibraciones y esas cosas.
2 Pedido de captura de Interpol para esos muchachos. No, no (risas), lo que pasó en realidad es que me faltó constancia a mí. Y en un momento me resigné.
Imagen ALGO GANO. Posó para El Gráfico con todas las Copas.
ALGO GANO. Posó para El Gráfico con todas las Copas.

3 ¿Qué recordás de la foto que abre esta nota? El Gráfico en ese momento buscaba promesas de las Inferiores, yo estaba en la séptima, y Fernando Bello, el ex arquero, era el coordinador del fútbol amateur y me señaló a mí. Fue mi primera foto en un medio de Buenos Aires. La hicimos en la cancha de Arsenal y salió con una fichita personal con mis datos, bajo el título “Recuérdelo”.
4 ¿Qué hubiera sido de tu carrera si en Villa Dálmine aceptaban los requerimientos de tu viejo? Yo que sé, nunca lo pensé. Según me contaron, Villa Dálmine me quiso fichar cuando era un pibe y entonces mi viejo pidió trabajo para él y alguna changuita para mí en la fábrica. Como dijeron que no, seguí jugando en mi ciudad.
5 Y en un momento te fuiste a probar a San Lorenzo. Sí, encima yo era hincha de San Lorenzo por herencia. En Zárate había un conocido que tenía contactos y fuimos con mi viejo a ver a Diego García, que estaba a cargo de las Inferiores, con una carta. No me acuerdo bien qué pasó, creo que el portero nos dijo que lo esperáramos por una puerta y el tipo entró por otra o algo así, pero el tema es que pasaron tres horas, nos mandaban de uno a hablar con otro, y de ese otro con otro, y al final se hizo de noche y nos volvimos a Zárate con una bronca bárbara. Tenía 15 años y sufrí una gran decepción: no llegaron ni a ver cómo jugaba.
6 ¿En Boca sí te llegaste a probar? Sí, unos meses después de lo de San Lorenzo. Ahí fui a La Candela con un tío mío que vivía en Buenos Aires. El padrino de mi tía conocía a Armando, el presidente, y fuimos a la prueba con una nota de él. Me pusieron 20 minutos y me sacaron, porque había muchos pibes. Y le dijeron a mi tío que debía rendir mucho más y que era muy flaquito. Fue otra decepción; por suerte la tercera fue la vencida, en Independiente: ahí Nito Veiga me probó más tiempo y hasta me hizo patear un penal.
7 ¿Eras hincha fanático de pibe? Normal, no era de gritar los goles, me gustaba escuchar los partidos por radio cuando transmitían a San Lorenzo. Y si no lo transmitían, igual escuchaba la información. Había uno que decía: “Estalla el Gasómetro de Avenida La Plata, hay gol de San Lorenzo”. Yo en general jugaba en mi club, Belgrano de Zárate, los sábados; y entonces los domingos almorzaba, dormía una siesta y me levantaba para escuchar los partidos.
8 ¿A quién admirabas? A Sanfilippo, al Toti Veglio, a Rendo. También me gustaban los de otros equipos que jugaban bien, como Ermindo Onega, Rojitas, y Pelé, claro, con Brasil del 70.
9 ¿Cuánto tardabas en hacer el viaje Zárate-Avellaneda en las Inferiores? Y... eran entre cuatro y cinco horas de ida y lo mismo de vuelta. Por suerte, me entrenaba a la tarde. Me levantaba temprano, me tomaba un colectivo en la puerta de casa, otro más hasta la estación, el tren a Retiro, subte a Constitución y de ahí el colectivo a Sarandí, donde practicábamos.
10 ¡Cinco boletos de ida y cinco de vuelta: un presupuesto! No me quedaba nada para comer, a veces me morfaba un sánguche de milanesa en Retiro, de esos freídos con aceite dudoso. Me caían bastante pesados.
11 ¿Te colabas muchas veces? Algunas. El club me pagaba un viático y con eso más o menos alcanzaba, a veces los amigos de Zárate juntaban entre todos y me daban. Me acuerdo de que en un momento dejaron de pagarme y no fui más al club, habrá sido durante 2 o 3 meses; hasta que un delegado del fútbol amateur, un tal Sobra, vino a Zárate a preguntar por qué había dejado de ir. En esos días, me había puesto a ayudar a mi viejo con un trabajo de albañilería (¡qué paradoja: luego, en el fútbol, se cansaría de levantar paredes). Le explicamos que no teníamos plata y ahí volvieron a pagarnos.
12 ¿La plata se la daban a vos o a tu viejo? Yo tenía que pasar por la sede: en el cuarto piso me hacían un vale y después iba al primero y cobraba en la caja. Era nada, para los viajes. Yo venía martes, jueves y sábado, tres veces por semana. Encima, a veces, cuando volvía a la noche había campeonatos nocturnos en Zárate, en cancha de baby, con gente mucho más grande que yo, que daban patadas de lo lindo. Y me prendía.
13 ¿Nunca te pudriste y dijiste “me vuelvo”?
Esto duró un año y cuando terminaba, pedí que me consiguieran un lugar para vivir en Buenos Aires, porque otro año así no iba a aguantar. Ese primer año estuve a préstamo en Independiente con una opción de 400 mil pesos. Y mi condición fue que me dieran un lugar para vivir. Aceptaron y pagaron 8 cuotas de 50 mil pesos. La última, les dieron pelotas.
14 ¿Cuando vas a Zárate seguís siendo el Richard? Los que me conocen de siempre, me dicen “Richard”; los nuevitos, “Bocha”.
15 ¿Tus hermanos viven en Zárate? Sí, mis siete hermanos siguen allá. Eramos nueve en la familia, pero falleció uno en un accidente de auto. Hoy, uno está en la remisería, otro trabaja en la Municipalidad, otro es ayudante de Ricardo Rodríguez en Talleres de Escalada.
16 Si Horacio, tu hermano que jugó hasta la cuarta de Racing, llegaba a la Primera, ¿le hubieras pedido cambio de apellido? No, incluso lo fui a ver a varios de sus partidos a la auxiliar de Racing y no hubo ningún problema. Es curioso: pero entre todos mis hermanos hay hinchas de San Lorenzo, de Boca y de River; de Independiente no hay ninguno.
17 ¿De qué trabajaste de chico? En un local que vendía lana, en Zárate. Pasaba el trapo a la vidriera, los picaportes de las puertas con Brasso, limpiaba los baños, los inodoros, todo. Pero más jodido fue cuando vine acá y trabajé en una curtiembre. Ya estaba en Inferiores y el laburo me lo consiguió un dirigente. Vivía en el club, salía a las 8 de la mañana, caminaba 7 cuadras para tomar el colectivo en Pavón y me iba hasta Valentín Alsina. ¡El frío que chupaba! Y encima era un trabajo feo: planchaba cueros, los mojaba, los llevaba.
18 ¿En qué año hiciste la colimba? En el 75. Yo había debutado en Primera en el 72; ya era campeón del mundo, pero igual la tuve que hacer. Incluso durante la instrucción me pasó algo curioso: un miércoles a la noche jugábamos contra Boca, yo estaba concentrado en el hotel con el equipo y me avisaron que tenía que presentarme en el cuartel. Pensaba que iba y volvía enseguida. Pero no, durante una hora y media tuve que hacer salto de rana y carrera march, y a la noche no me podía ni mover, estaba todo duro. Perdimos 2-0 y fui un desastre.
Imagen BOCHA, CON LA MEDALLA colgada y festejando el título del 86 junto a Burruchaga.
BOCHA, CON LA MEDALLA colgada y festejando el título del 86 junto a Burruchaga.
19 ¿Tuviste que hacerla todo el año? En la instrucción, que duró un par de meses, tenía que ir casi todos los días; después la pude manejar mejor. Encima, había un sargento de Racing que me volvía loco. Ese año me pelaron.
20 ¿Qué recordás del “equipo fantasma”? Había que jugar contra Bolivia por las Eliminatorias del 74 y se armó un equipo de jóvenes que estuvimos un mes yirando por el norte para adaptarnos a la altura. Anduvimos por Tilcara, La Quiaca, cruzamos a Bolivia, hasta llegamos a jugar en Cusco, Perú. Después, cuando llegó el partido con Bolivia, muchos quedamos afuera. Yo entré un rato, pero me acuerdo de que Fillol, que había estado todo el mes, los quería matar a todos, cuando pusieron a Carnevali.
21 Alguna anécdota. Viajábamos a 3.000 metros de altura, en Bolivia, y la rueda del colectivo iba por el precipicio, porque el camino era angosto. Un peligro tremendo, sufría como loco. Otro día nos dicen: lleven frazadas para el viaje, porque el colectivo no tiene calefacción. El chofer abría las puertas para desempañar los vidrios y no alcanzaban ni cinco frazadas. Hicimos todos los viajes en micro, jugábamos contra los combinados de las ciudades, les ganábamos y cobrábamos por triunfo.

22 ¿Qué estás haciendo hoy en la AFA? Observo jugadores. Formo parte del proyecto de los Centros de Alto Rendimiento que encabeza el Profe Salorio. Con Oscar Garré viajamos por Buenos Aires y el Interior; voy dos veces por semana a distintos puntos de la provincia: observamos chicos y a los que les vemos condiciones los citamos para una prueba en Rauch, que es donde pusieron uno de los Centros. El que me trajo fue Julio Grondona, ya llevo varios meses trabajando.

23 ¿Cómo te ponés de acuerdo con Garré? Como jugadores no tenían la misma sensibilidad, precisamente. Cada uno va por su lado, a un pueblo distinto. Yo viajo mucho con Horacio Rodríguez, el que jugó en River y Estudiantes, y que maneja el centro en Rauch.
24 ¿Qué mirás en los chicos? Les tenés que ver los movimientos, la rapidez para llegar a la pelota, para moverse, la inteligencia para dársela a un compañero mejor ubicado. Todo depende del puesto: en un enganche mirás si tiene visión para jugar; en un delantero, cómo define; en un defensor, cómo cierra o anticipa.
25 ¿Qué precauciones tomás para que no te pase lo que te pasó a vos o a otros grandes futbolistas, que fueron bochados en diferentes clubes? Nada es infalible, porque además puede pasar que un chico tenga un nivel en cierto momento y luego dé un salto de calidad. Igual, si le vemos condiciones técnicas a un pibe, aunque sea chiquito de físico, lo fichamos.
26 ¿Siguen saliendo chicos, a pesar de que cada vez hay menos potreros? Siempre salen, pero no la misma cantidad que en nuestra época. Y eso se nota en las selecciones juveniles: cada vez cuesta más encontrar a los muy buenos. Hoy los pibes tienen miles de cosas más para hacer. Para nosotros, en cambio, era fútbol, y fútbol, no había ni tenis, ni computadoras, ni Play Station, era todo el día detrás de una pelota.
27 ¿El 10 es una especie en vías de extinción? Lo mismo que te decía recién: salen, pero no es la cantidad de antes; aparte, porque los equipos ya no buscan tanto esa posición, en Inferiores muchas veces juegan sin enganche. Y si no salen de Inferiores, no van para Primera.
28 ¿Quién fue el jugador más parecido a vos, desde que te retiraste? Gallardo. Encara, mete buenas pelotas, me gusta el Muñeco.
29 ¿Quién es el mejor 10 de la actualidad? De los de afuera, Kaká, porque Messi es delantero. Y de acá, Riquelme y Gallardo, si se pone bien.
30 ¿Te gusta Messi? Me encanta, claro. Ahora, que llegue al nivel de Diego es difícil, aunque sin duda es el que más se acercó.
31 ¿Con Maradona y Bilardo tenés contacto en la Selección? Con Diego todavía no hablé y con Carlos charlamos seguido.
32 ¿Quedó resentimiento con Bilardo por el Mundial 86? Ahí hubo cortocircuito. Para nada, estamos bien. El cortocircuito fue en su primera convocatoria, porque en el 83 yo anduve muybien, me dieron el Olimpia, y él no me convocó, recién lo hizo para la gira del 84 por Europa, y yo estaba medio chivo por eso. El decía que no iba a llegar al Mundial porque estaba grande, pero también citaba a Morete, Trossero, Marangoni, Sabella, todos de mi edad. Después me citó y acepté, porque la verdad es que uno puede tener problemas con un técnico, con un compañero o lo que sea, pero la Selección está por arriba de cualquier cosa. Eso es cierto, por lo menos para mi manera de pensar.
33 ¿Al Mundial te llevó por la presión de la gente y de Grondona? Un poco por la presión de la gente y del periodismo, porque estaba jugando muy bien. Y también porque en esa gira del 84, en la que casi le hago un gol de media cancha a Alemania, tuve muy buenos partidos y Bilardo se convenció de que podía jugar tranquilamente. Era una alternativa más: estaban Borghi, Tapia y Trobbiani para el puesto; Carlos había dicho que se iba a necesitar tener la pelota por la altura del DF y por eso llevó a varios jugadores de esas características.
34 Pero a la vuelta de México dijiste que no te sentías campeón del mundo. Jorge Barraza, un periodista amigo que estaba en El Gráfico, me preguntó eso y yo le contesté que en los campeonatos que había ganado con Independiente jugaba de titular, metía goles, generaba otros y me sentía muy protagonista; en cambio, en el Mundial sólo había jugado unos minutos y por eso no lo sentía tanto.

35 ¿Entonces, te sentís campeón del mundo? Sí, porque tengo la medalla y porque a pesar de haber jugado sólo seis minutos con Bélgica estuve en buena parte del proceso previo, igual que para el 78 con Menotti, con el que estuve tres años y me faltó un poquito para estar en la lista definitiva. Creo que tendría que haber estado más en el 78 que en el 86.
Imagen CON SU EMBLEMATICA camiseta 10. De la actualidad le gustan Riquelme y Gallardo. De afuera, Kaká.
CON SU EMBLEMATICA camiseta 10. De la actualidad le gustan Riquelme y Gallardo. De afuera, Kaká.


36 ¿El grupo del 86 estaba peleado antes de viajar al Mundial? Había dos bandos: los más afines a Bilardo y los seguidores de Menotti, pero no estábamos peleados. Y el grupo se terminó armando en México con reuniones, porque había jugadores de mucha personalidad. Lo que vos tenés que hacer es juntar tipos ganadores. Ahí todos habíamos ganado cosas y además teníamos sacrificio y humildad.
37 ¿Es cierto que cuando entraste con Bélgica, Diego te dijo: “Pase, maestro, lo estábamos esperando”? La verdad, la verdad... no me acuerdo. Yo lo único que quería era entrar, el partido estaba lindo para jugar, 2-0 arriba y me sentía 10 puntos, en las prácticas andaba una barbaridad y sabía interiormente que si entraba podía rendir bien. De hecho, entré, tiramos unas lindas paredes y pensé que en la final repetía, pero ni siquiera fui al banco. Ahí sí me fastidié.
38 ¿En el 78 eras menos que Alonso, Villa y Valencia? Estábamos parejos. Yo fui a la gira del 75 por Europa, también estuve en la serie de cancha de Boca del 77. En enero del 78 salimos campeones contra Talleres, venían técnicos de Brasil y otros países y decían: “¿Cómo puede ser que Bochini no esté en la Selección? ¡Cómo debe jugar el titular! Larrosa, Bertoni, Galván y Pagnanini, mis compañeros de Independiente en la Selección, me decían que en cualquier momento Menotti me llamaba. Y estaba la disputa con Alonso. Creo que Menotti me prefería a mí, porque además el Beto no había ido a la gira del 75 por un conflicto y el Flaco dijo: “No los pongo más”. Por eso pensaba que iba a jugar el Mundial 78, pero al final llamó a Alonso de última.
39 ¿Hablaste alguna vez con Menotti de este tema? No. Pero ojo: así como dije lo otro, también sabía que los otros muchachos de mi puesto  pasaban un buen momento. Si hasta quedó afuera Maradona.
40 ¿Por qué a la Argentina le cuesta avanzar en los Mundiales? Te puedo hablar de los dos últimos. Bielsa nunca me gustó. Su fútbol tan rápido, con pelotazos al Kily y al Piojo, no sirve para ganarles a los europeos. A los sudamericanos les podés ganar corriendo y con fuerza, pero en un Mundial tenés que jugar en espacios reducidos, con técnica. En el 2006 podríamos haber sido campeones del mundo si no se equivocaba Pekerman. Si lo ponía a Messi, Argentina le metía 2 goles a Alemania y estábamos en semifinales.
41 ¿Cómo lo ves a Maradona en la Selección? Si acierta en los jugadores y encuentra el equipo, clasifica tranquilo y en el Mundial puede hacer algo importante.
42 ¿Bocha es por Bochini o por la pelada? Por Bochini, si ya me lo decían a los 20 años, cuando tenía pelo.
43 ¿Se pronuncia Bochini o Boquini? Bochini, con “ch“. Julio César Calvo, un periodista, me decía Boquini.
44 ¿Por qué fuiste con Noray Nakis en las últimas elecciones en Independiente? Porque nos hizo una propuesta buena a mí y a Bertoni: que si ganaba, íbamos a manejar el fútbol amateur y profesional. Yo ya estaba dentro del club pero no tenía ningún peso en las decisiones, sentía que Comparada me estaba subestimando, entonces decidí apoyar a Nakis.
45 ¿Te tenían con un sueldo para que no critiques? Tal vez sí, igual siempre dije lo que pensaba, y si se hacían cosas mal, también. Entonces venía Comparada y se quejaba: “Estás trabajando en el club, ¿cómo hacés esto?”. Y, a mí, el sueldo no me importaba. En las elecciones anteriores había estado con Comparada, porque creía en élpero después vi cosas que no me gustaron.
46 Te molestó que no le pusieran tu nombre al estadio. Me molestó cómo se hizo: si hay una votación bien hecha, de los socios o hinchas, y pierdo, me la banco, pero fue el verso de internet. Un día ganaba yo, otro perdía, ¿quién controló eso?

47 ¿Qué motivos podría tener Comparada para que la cancha no lleve tu nombre? Si lo hacía bien, ganaba tranquilamente y hubiera sido mucho para mí, me llevaba todo, demasiado protagonismo. Y cualquier persona quiere el reconocimiento para sí mismo, ¿entendés?

48 Ahora podría llamarse “Libertadores de América – Banco Provincia de Buenos Aires”. ¿Es joda?
49 ¿Te parece mal que el club haya relegado lo futbolístico para tener la cancha? No, no, no fue así, eso es una mentira total. Acá, el club gastó más en jugadores que en la cancha. Entre Agüero, Ustari, Denis, Matheu y alguno más debe haber sacado 60 palos. ¿Cuánto pudo haber gastado en la cancha? ¿15 millones? Y el resto los puso en jugadores mal elegidos. Si me decís: puso pibes, apostó al estadio y ahora lo tenés inaugurado, perfecto. Pero no: no puso ni la tercera parte de lo que vendió, la cancha no está y no sé cuándo estará. ¿En un año? ¿En dos, tal vez?
50 ¿Vos creías que tenían chances de ganar las elecciones? Porque terminaste resignando un sueldo importante. La ilusión de ganar estaba; porque si no, no te metés, pero era difícil. Por lo demás, yo tengo un nombre y sé que más o menos algo voy a poder hacer en el fútbol.
51 Comparada dijo que le mordiste la mano al que te dio de comer. Yo no le mordí la mano a nadie, creo que algo le di a Independiente, ¿no te parece? Aparte, él no me puso en el club, yo venía trabajando desde hacía cinco años, antes de que él llegara. Yo diría al revés: que fue Comparada el que me echó.
52 ¿Cómo hizo Graciela para cazarte? ¿Ibas derecho como Merlo a “soltero empedernido”? Puede ser, pero en un momento te agarran las ganas de tener pibes y eso te hace cambiar y te empuja.
53 ¿Juegan al fútbol tus hijos? Sí, pero no son como yo, que estaba todo el día detrás de la pelota. Van a la escuelita de Marangoni. Ricardo Simón tiene 10 años y Manuel Enrique, 8. A uno le puse mi primer nombre y al otro, el segundo. Ricardo anda bien, juega en el medio.
54 ¿Lírico o con marca? ¡Cero de marca!... No podía ser de otra manera. Obviamente, los dos son hinchas de Independiente.
55 Tu mayor alegría en una cancha. Son muchas, pero si me apurás te digo la noche que fuimos campeones con Talleres. Teníamos tres jugadores menos, metí el empate al final y era mi cumpleaños. Mejor, imposible.
56 ¿Y la mayor tristeza? Yo me ponía mal cuando no podía jugar por lesión. En el 82, antes del Mundial, se me hizo largo; fueron como seis meses. Tenía chances de ir a ese Mundial pero se me hinchaba el tobillo y no me recuperaba. Después, una tristeza de partido... la final del Nacional 82 que perdimos con Estudiantes.
57 Tu mejor partido. La segunda final del Nacional 78 contra River. Fue 0-0 en el Monumental y después ganamos 2-0 en Avellaneda, con dos goles míos a Fillol. Además, creé como siete situaciones de gol.

58 El mejor Independiente que integraste. El 82-85: ganamos un campeonato local, fuimos finalista en otro, y levantamos la Libertadores y la Intercontinental. Ese, más que el de los 70.
59 ¿Cuál fue mayor proeza: empatarle a Talleres con tres menos o ganarle a la Juventus en Italia? La de Talleres.
60 ¿Qué recordás de aquel partido? Que les dieron a ellos un penal que había sido fuera del área y nos empataron 1-1 y que después metieron el 2-1 con una mano alevosa. Ahí saltamos y echó a tres jugadores, uno atrás del otro. Me puse loco y empecé a decirles a mis compañeros y a Pastoriza: “Vámonos, nos están robando”. El Pato dijo que nos quedáramos.
61 ¿Se te cruzó por la cabeza que podían empatar? Ni loco, seguimos jugando para... qué sé yo, para jugar. Era más probable que nos hicieran 3 o 4 goles, a que empatáramos. De hecho,
estaba tan caliente, que apenas reanudamos le tiré un patadón tremendo a Ocaño. Era para roja pero el árbitro no se animó. Seguimos, Talleres se perdió varios goles hechos, y en un momento me encontré con una jugada en que nos fuimos pasando la pelota y metí el gol. Salí corriendo y me encontré con el Pato, que me abrazó en la mitad de la cancha. Ahí la hinchada rompió el alambrado y entró al campo. Después, no sé cómo, la gente volvió a meterse en la tribuna sino, quizás que se suspendía.

62 ¿Cuando ganaste la Intercontinental ya vivías con Bertoni y festejaron la pared comiendo milanesas? No, todavía vivía en la pensión que estaba a la vuelta de la sede; y al volver de Italia dormí en el piso, porque hacía un calor bárbaro. Era un desastre. También viví un tiempo en el estadio, habrán sido unos 3 o 4 años, y después me fui a la casa de Daniel.

63 ¿Con Bertoni se entendían con miradas, con silbidos, cuál era la clave? Los dos teníamos técnica, eso es lo más importante. Y nos conocíamos mucho. Yo viví dos años en la casa con Daniel, dormíamos en la misma pieza, y hablábamos. Además, muchas veces nos íbamos a la plaza a jugar a la pelota nosotros dos solos: corríamos en un campito, hacíamos paredes con el pie, con la cabeza, con todo.
64 ¿Quién fue el rival que mejor y más lealmente te marcó? El Nene Commisso. Lo inventó Labruna para marcarme a mí, después de un partido en el que yo había andado muy bien. River jugaba con tres en el medio y tres delanteros, y Commisso pasó a ser el cuarto volante y me seguía por todos lados.
Imagen DE TRAJE con la Copa Intercontinental.
DE TRAJE con la Copa Intercontinental.

65 ¿Cuál era la clave para que esquivaras las patadas? Estar rápido, bien físicamente. Yo venía ligero y no me podían agarrar.
66 ¿Qué te generaba más placer: meter un gol o un pase gol? Según cómo fuera el gol: si lo hacía después de gambetear a un par de jugadores, era un gran placer; si lo metía empujando la pelota, prefería otra cosa.
67 ¿Es cierto que hiciste un gol igual al de Diego a los ingleses? Bastante parecido: fue a Peñarol, por la Libertadores del 76, en cancha de Independiente: eludí a 6 o 7, creo que arranqué de más lejos que Diego.
68 ¿Quién fue el mejor DT que tuviste? Pastoriza, Nito Veiga y Pipo Ferreiro. Elijo a los tres.
69 Un periodista deportivo. Ardizzone, Juvenal y García Blanco.
70 ¿Defendiste una sola camiseta por tu voluntad o porque no te quisieron comprar? Por las dos cosas: yo estaba muy cómodo en Independiente, ganaba todo, era uno de los mejores equipos de Sudamérica, la gente estaba contenta, y entonces los otros equipos no se acercaban. Y en mi época no se daba este fenómeno de ahora, de que se vendieran tantos jugadores. Me hubiese gustado probar afuera. Muchos decían que afuera no podía jugar, y yo quería demostrar que podía hacerlo tranquilamente.
71 ¿A tus compañeros no les molestaba que faltaras a los entrenamientos? Eso fue más en la última etapa, con Solari: no iba a la primera práctica del martes, necesitaba recuperarme y prefería quedarme a descansar, pero miércoles y jueves, cuando eran las prácticas fuertes de fútbol, ahí iba siempre. Igual, a mí nunca se me quejó un compañero.
72 Si hoy te cruzás con Erbín por la calle, ¿qué le decís? No hay problema, le tocó a él lesionarme, pero yo ya venía de sufrir la misma lesión seis meses atrás y tardaba mucho en recuperarme, así que el final estaba cerca. Me lo crucé varias veces en lo de Marangoni, y me contó que no podía ir a la cancha de Independiente, creo que uno de sus hijos es hincha del Rojo y no lo puede llevar porque lo matan.
73 “Sería fantástico jugar en Boca”, declaraste al final de tu carrera. ¿te lo hubieran perdonado? No sé, la verdad es que Pastoriza me quería en Boca, ya habían pasado Marangoni y Barberón, pero quedó ahí, no hubo ninguna gestión. Hubiera sido bastante difícil que se hiciera, pero jugar en Boca a cualquiera le va a gustar, eso no se puede negar.
74 ¿En el partido homenaje te cagaron? Sí, totalmente: había 40 mil personas y me pasaron en la planilla que hubo 15 mil. No sé, parece que se colaron 25 mil. “Acá están las entradas que sobraron”, me dijeron los de la Comisión. La recaudación era toda para mí.
75 ¿Hiciste juicio? No, para nada. Además, a mí no me habían pagado el contrato durante los dos últimos años, pero como venía el partido, pensé: “Será una buena plata y dejo lo otro, no importa”. Al final, la plata que me dieron por el partido era lo mismo que la de los dos años de contrato. Por eso, cuando Comparada dice que le mordí la mano, viste, ¿qué puedo decir?
76 ¿Llegaste a estar mal económicamente después del retiro? No me quedó plata del fútbol. No me quedó porque antes no se ganaba tanto y porque hice alguna mala inversión. La  realidad es que hoy no puedo sentarme a no hacer nada, tengo que laburar para vivir, como la mayoría de las personas.
77 ¿Por qué casi no dirigiste, salvo dos breves etapas con Fren y con Clausen? Nunca me sentí cómodo con la responsabilidad de estar en la charla técnica, porque no me gusta tanto hablar. Nunca terminé de sentir la función. Sí me gustaría estar en dupla técnica y que el otro maneje las prácticas y dé las charlas y yo ocuparme de observar, armar el equipo, transmitir mi filosofía del fútbol, que es un poco la de Cappa en Huracán.
78 Después de tu retiro tuviste escuelitas, fuiste DT, coordinador de inferiores, visitaste peñas, diste clínicas, ¿encontraste tu lugar? No (tajante), el lugar definitivo que podría tener en el fútbol no lo encontré todavía.
79 ¿Con Clausen estás peleado? No.
80 ¿Con Bertoni? No, si compartimos un montón de cosas. Se enojó en un momento cuando critiqué al equipo en la época en que él era el técnico, pero lo hablamos y pasó.
81 ¿Y con Santoro? Con él sí quedé caliente, porque yo hablé de fútbol y él se metió con la persona, dijo que los que nacen torcidos son torcidos y no me gustó. Yo puedo decir mil cosas de él y no las digo. Ahora, si me preguntan del equipo y opino, no pasa de una cuestión futbolística.
82 ¿Bertoni te salvó de que te tiraras de un balcón? Tirar no me quise tirar nunca, sí es verdad que en el 76 estaba mal anímicamente, deprimido, pensaba que tenía una enfermedad complicada. Quería jugar, corría un rato y me cansaba. Estuve 2 o 3 meses sin jugar, medio caído, pero pude salir. Un altibajo importante.
83 ¿Por qué Independiente llegó a esta situación tan decadente? Porque no hubo continuidad de nada en los últimos años: no se mantuvo un estilo, se cambiaron técnicos como figuritas, se perdió el paladar negro de Independiente. Y el paladar negro era positivo, porque esa exigencia obligaba a que Independiente siempre estuviera peleando cosas importantes. Antes, el club estaba acostumbrado a lo bueno; ahora, a lo mediocre.
84 ¿Te preocupa que Independiente pueda irse a la B? No creo que llegue a tanto. Independiente tiene que pensar en pelear arriba. Si pensás así, te vas para arriba directo.
85 ¿Estuviste de acuerdo con la designación del Tolo? Sí, Gallego es un técnico ganador, motivador. Es de nuestra época, de cuando el fútbol era sacrificio. Igual, la tiene más difícil que cuando fue campeón en 2002, porque la otra vez le compraron jugadores y ahora la plata ya la gastaron, no sé si le van a poner más. Que el equipo va a mejorar, seguro, el problema es que a Independiente no le alcanza con mejorar, tiene que dar un salto grande.
86 ¿Cómo se consigue? Sabiendo elegir jugadores, armando planteles y dejándolo un tiempo.
87 ¿Es verdad que el Tolo te metía uñazos en la cabeza cuando te marcaba? Eso lo contó él, y me acuerdo bien de esa uña larga que se dejaba, pero nunca me llegó a lastimar. Quizás quería, pero no me agarraba.
88 ¿Te dio bronca que Boca superara a Independiente en Copas internacionales? Si estás mucho tiempo sin jugar una Copa, es lógico que pase. Hoy Boca es el Independiente de nuestra época, es un equipo claramente copero. Me molesta y me da bronca. Pero más bronca me da cuando dicen que entrábamos en semifinales, como si hubiera sido fácil ganarla. Para mí, la Copa de antes era mucho más difícil que la de ahora, porque todos los jugadores buenos de Brasil y Uruguay, por ejemplo, jugaban en sus equipos, no estaban en Europa. Ahora, en el grupo inicial pasan dos de cuatro, pero hay equipos malísimos. En nuestra época pasaba uno de tres en semifinales, pero eran equipos muy bravos.
89 Cuando Boca juega en la Libertadores, ¿hinchás por el rival para que no los pase? Sí, mejor que pierda Boca, porque si sigue así nos va a pasar.
Imagen FRENTE A RUSIA. Con la camiseta de la Selección.
FRENTE A RUSIA. Con la camiseta de la Selección.


90 ¿Alguna vez usaste tu popularidad para zafar de una brava? La pasé mal con unos policías. Una vez, venía con el auto por la 9 de Julio, se me había volado la patente de atrás, y me hicieron bajar y me encañonaron. Me asusté. Pero la peor fue cuando en Lanús iba a un cumpleaños con varios amigos en otros autos. Yo iba adelante porque conocía el camino, pero me equivoqué y me metí de contramano en la calle de la comisaría. Los policías vieron venir a los autos y pensaron que íbamos a asaltarla. Nos enfocaron con los reflectores y salieron todos con las armas. Era en la dictadura, y pensé que empezaban a tirar, así que bajé todo cagado al grito de “Soy el Bocha, soy el Bocha”.
91 Las palabras mágicas. No te creas, también hubo de las otras. Una vez, parado en el auto en un semáforo, un nenito cruzó corriendo la avenida. “Bocha, Bocha, firmame”, me pidió. Estaba en eso y de repente me pegó un manotazo, me afanó el Rolex y se fue corriendo.
92 ¿En el accidente de auto del 2007 llegaste a pensar que te morías? Casi. Venía de Entre Ríos, manejando solo, quise pasar a un camión, vi que no llegaba, frené para ponerme atrás, se me trabaron las ruedas y me fui al costado. Di varias vueltas, podría haber pasado cualquier cosa, pero me salvé, sólo tuve un par de golpes.
93 De todos los herederos que te buscaron, ¿quién fue el que más cerca estuvo? A mí me gustaba mucho Matute Morales, tenía un estilo muy parecido al mío. Gustavo López también era bueno, pero más delantero.
94 ¿Hablaste alguna vez con Gieco por el hit “Sólo le pido a Dios, que Bochini juegue para siempre”? Nunca se dio, pero es relindo que canten eso. Encima, es hincha de Independiente.
95 ¿Te molesta cuando se pronuncia la palabra “ídolo” con ligereza? Síííííííííííííííííí, me remolesta. Para ser ídolo tener que ganar cosas, jugar bien, darle algo a la gente, no puede ser que porque andás bien en tres partidos ya digan que sos ídolo. A mí la gente me quiso de entrada porque le gustaba el fútbol que yo jugaba, en la tercera me pedían para la primera, pero después tuve que revalidarlo con fútbol y títulos. Hoy se usa por cualquier cosa, pero ídolo es cuando la gente va por vos a la cancha.
96 ¿Quién fue, para vos, el último ídolo de Independiente? Agüero, aunque estuvo poco. Y antes de Agüero, ya hay que ir muy para atrás.
97 ¿Alguna vez Diego te confesó que eras su ídolo? Sí, alguna vez me lo comentó y a través de Hugo Saggiorato, que era amigo mío y estaba en Argentinos, armamos una reunión porque Diego quería compartir un almuerzo. En 1979, por el aniversario de Argentinos, jugamos juntos para el Bicho por pedido de Diego: ganamos 5-4 y metimos los 5 goles entre los dos.
98 ¿Cuantas calles con tu nombre tenés? Conozco dos: la que está en la esquina del estadio y la de Zárate. Me dijeron que hay otra por la zona de Miramar.
99 ¿Es cierto que tu web la está haciendo un hincha de Racing? Sí, pero no hay ningún problema. El hincha de Racing siempre me trató bien en la calle, ellos saben que les quise ganar pero que nunca los gocé ni nada. Estoy armando mi web para hacer algunos eventos y ese tipo de cosas.
100 Para cerrar, contá lo más curioso que te haya pasado con la gente. Una vez, se casaba la hija de un dirigente, y me invitaron a la ceremonia. Era en una quinta y habían puesto el altar. Yo llegué un poco tarde y pasé bien por atrás, sin llamar la atención, pero el cura me vio. Estaba en pleno monólogo, hablándoles a los novios, y de repente dijo: “Un momento, por favor, que acaba de entrar el mejor jugador que vi en mi vida, un aplauso por favor para Ricardo Bochini”. La gente no entendía nada y se empezó a dar vuelta. Yo no sabía dónde meterme, no lo podía creer. Después terminó de casarlos. Una cosa de locos.

Por Diego Borinsky / Fotos