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El jugador que nunca estuvo

El hecho de que en Internet esté todo no quiere decir que todo lo que esté en Internet sea publicable. ¿O sí?

Por Martín Mazur ·

18 de agosto de 2009
Pssst... ¿Ya se enteraron? Godoy Cruz acaba de comprar a un brasileño, Ricardinho Pereira*, 18 años, físico a la Robinho, ligerito, 13 goles en el último Brasileirao: lo quería el Barcelona y también figuró en los planes del Milan. Arsenal de Sarandí, mientras tanto, se aseguró al enganche peruano Jesús Nicanor Astúrdiez**, 21 años, inferiores del Alianza Lima y tres años en el equipo regional del Bayern Munich, que llega con su pase definitivo por problemas en el pasaporte pero con un futuro de selección. De ambos se dice que son cracks.

Bueno, basta: si algún periodista apurado no llegó a leer más que ese primer párrafo, quizás hoy por radio o mañana en algún diario se hable de estos "pases". Pases imaginarios, que no queden dudas, porque los jugadores citados no existen. (Los de Godoy Cruz y Arsenal ahora mismo deben estar unidos en la puteada; las disculpas del caso).

El hecho es que cuando algún usuario decide usar alguna carnada para ver qué tan serios son los medios con los que se informa -o simplemente para hacer algo de humor- cada tanto se lleva alguna sorpresita al generarse el famoso efecto bola de nieve. Este año ya le pasó al Diario Olé, en el conocido affaire "la peor tapa de la historia", aquí reflejado en Ticespor. Ahora, pasó algo del estilo en Inglaterra.

Resulta que un hincha del Middlesbrough, electricista de 23 años (o eso leímos en Internet) decidió anunciar la compra de un jugador imaginario serbio para su equipo, y con algo más de tiempo, diagramó los siguientes pasos: 1) Publicó la llegada del tal Rajko Purovic, 18 años, gran talento del club Banat Zrenjanin. 2) Puso algunos comentarios en foros, con nombres de distintos usuarios que hablaban de las cualidades de Purovic. 3) Le inventó un nombre a su representante, Dejan Maric, al que también hizo "declarar" de la inminente llegada de su pupilo, en 2,3 millones de libras. 4) Buscó la foto de un jugador colega (Milan Smiljancic) y la hizo circular por esos mismos foros: ése era Purovic.

Un muchacho con demasiado tiempo libre, concluiremos, pero que aun así desnudó rápidamente todas las falencias del sistema. La cadena entró rápidamente en ebullición. Bastaba con buscar mínimamente en google para saber que no había ningún Rajko Purovic (ni hablar de levantar el teléfono para chequear), pero veamos lo que pasó. 

-Al día siguiente, el diario The Evening Gazette publicó la noticia de la compra de Purovic y eso terminó de desatar la rueda infernal.
-Inmediatamente, casi todos los medios se hicieron eco de la noticia, desde los locales hasta los nacionales.
-"Nunca olvidaré el día que Sky Sports anunció la compra de Purovic por parte del Boro", declaró Ward, seguramente con mezcla de orgullo y consternación.

El usuario medio de la red tiene cientos de formas de chequear la veracidad de un rumor, comenzando desde la intuición y luego utilizando todas las herramientas que tenga a disposición, para ir separando lo verdadero de lo falso, la noticia real de un simple "hoax".  Así lo certifica Ward: "Nunca pensé que esta broma pudiera llegar a esto, porque de hecho, el 90 por ciento de los hinchas del foro no creía el rumor".

Pero el tema es que, según parece, no siempre los medios chequean la información que surge a través de Internet como lo harían sus propios usuarios. Y como en los blogs abunda el buen periodismo, si algo allí publicado llega a no ser cierto, en todo caso, desde los medios tradicionales siempre podrán echarle la culpa a la carne podrida o al carnicero que se las vendió, sorprendidos porque "estaba en Internet". Cosa que ya le pasó al prestigioso diario inglés The Times a principio de año, cuando "por un error técnico" incluyeron en la lista de los 50 jugadores más promisorios del fútbol mundial a un tal Masal Bugduv en el puesto 30. Según el diario, este moldavo de 16 años aparecía en los planes del Arsenal, que evidentemente no pudo comprarlo, porque Bugduv tampoco existía.

*Por si el apurado sólo leyó el primer párrafo y estos astericos, aclaramos, este jugador es imaginario.
**Este también.