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Pases argentinos (II)
Por Martín Mazur ·
03 de agosto de 2009
Javier Saviola (del Real Madrid al Benfica): Luego de sus experiencias en Mónaco y Sevilla -con buena cantidad de goles pero no siempre con titularidad indiscutida-, Saviola encuentra la que a priori suena como la gran oportunidad de su revival, ya que reeditará la sociedad con Pablo Aimar, con quien mejor se entiende en una cancha de fútbol. Necesita jugar al menos 35 partidos en el año para volver a sentirse un jugador pleno. Los goles llegarán solos: ¿En qué equipo con continuidad no los hizo?
Javier Pastore (de Huracán al Palermo): Ya lo había dicho Angel Cappa: "Pastore debe completar su proceso de aprendizaje en Argentina". Los millones y la impaciencia del presidente Zamparini -un tempestuoso siciliano al que mejor tener de amigo- hicieron que el cordobés termine en la Serie A con la obligación de adaptarse velozmente, con el rótulo de nuevo Kaká y sólo seis meses de experiencia en Primera. La tendrá difícil y, sobre todo, deberá modificar algunas cosas de su juego, como la sobredosis de chiches, para ser más impiadoso en cada ataque. ¿A favor? El DT Zenga no es fanático del catenaccio y trabaja bien con los argentinos.
Diego Milito (del Genoa a Inter): Subió de nivel. Ahora, cada uno de sus goles tendrán más rebote internacional y podrá generarse más posibilidades de tener tres partidos de continuidad en el equipo de Maradona. Pero también tiene la contra de que en el Inter, Crespo y Cruz se alejaron de la Selección. La sensación es que lo que pintaba para un escenario primaveral, se oscureció con la llegada de Eto'o. Por características, a Milito le habría quedado mucho mejor hacer dupla con Ibrahimovic. ¿Mourinho jugará con los dos nueves de área? Hmmm... Eso sí, en el vestuario del Inter, cuaja mucho mejor su personalidad que la del camerunés.
Nicolás Spolli (de Newell's al Catania): Baja inversión, bajo riesgo para el equipo siciliano, y una gran oportunidad para el Flaco, uno que por su juego físico y de contacto -aunque más tranquilo y aplomado que en sus inicios- parece hecho a medida para desempeñarse en la Serie A sin necesidad de adaptación. Salió ganando: o se queda algunos años en Italia o vuelve para jugar en un grande.
Iván Pillud (de Newell's al Espanyol): Puede tratarse de un nuevo caso Heinze. Jugó muy pocos partidos en Primera y ya está en España. Si por algún motivo no tuviera continuidad, los clubes argentinos deberán tenerlo muy en cuenta para repatriarlo.
Javier Pastore (de Huracán al Palermo): Ya lo había dicho Angel Cappa: "Pastore debe completar su proceso de aprendizaje en Argentina". Los millones y la impaciencia del presidente Zamparini -un tempestuoso siciliano al que mejor tener de amigo- hicieron que el cordobés termine en la Serie A con la obligación de adaptarse velozmente, con el rótulo de nuevo Kaká y sólo seis meses de experiencia en Primera. La tendrá difícil y, sobre todo, deberá modificar algunas cosas de su juego, como la sobredosis de chiches, para ser más impiadoso en cada ataque. ¿A favor? El DT Zenga no es fanático del catenaccio y trabaja bien con los argentinos.
Diego Milito (del Genoa a Inter): Subió de nivel. Ahora, cada uno de sus goles tendrán más rebote internacional y podrá generarse más posibilidades de tener tres partidos de continuidad en el equipo de Maradona. Pero también tiene la contra de que en el Inter, Crespo y Cruz se alejaron de la Selección. La sensación es que lo que pintaba para un escenario primaveral, se oscureció con la llegada de Eto'o. Por características, a Milito le habría quedado mucho mejor hacer dupla con Ibrahimovic. ¿Mourinho jugará con los dos nueves de área? Hmmm... Eso sí, en el vestuario del Inter, cuaja mucho mejor su personalidad que la del camerunés.
Nicolás Spolli (de Newell's al Catania): Baja inversión, bajo riesgo para el equipo siciliano, y una gran oportunidad para el Flaco, uno que por su juego físico y de contacto -aunque más tranquilo y aplomado que en sus inicios- parece hecho a medida para desempeñarse en la Serie A sin necesidad de adaptación. Salió ganando: o se queda algunos años en Italia o vuelve para jugar en un grande.
Iván Pillud (de Newell's al Espanyol): Puede tratarse de un nuevo caso Heinze. Jugó muy pocos partidos en Primera y ya está en España. Si por algún motivo no tuviera continuidad, los clubes argentinos deberán tenerlo muy en cuenta para repatriarlo.
