¡Habla memoria!

Mariano Pavone: "Con su ida perdieron los dos: el Cholo y Estudiantes"

Desde Sevilla, ratifica sus deseos de volver a la Argentina por la salud de su mujer, y habla de su etapa pincharrata.

Por Redacción EG ·

05 de mayo de 2009

Nota publicada en la edición abril de 2009 de la revista El Gráfico

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-¿Cuál fue tu primer contacto con la pelota en tu pueblo,Tres Sargentos?
-A los cuatro años, en una escuelita de fútbol de Carmen de Areco, una ciudad cercana. Allí jugué hasta los 12 años. Siempre fui delantero. Jugábamos con tres puntas y yo iba por derecha, con el siete en la camiseta, pero el arco me tentaba y metía diagonales todo el tiempo, Ja!

-¿Jugaste con tu hermano Gonzalo alguna vez?
-En mi pueblo no pude jugar nunca con él, porque cuando yo empecé él ya estaba en Buenos Aires. Coincidimos en un solo partido en Estudiantes, en la reserva, contra Gimnasia de Jujuy. Entré faltando cinco minutos y él estaba en la cancha. Me acuerdo que me quedó una pelota en la puerta del área, con mi hermano en mejor posición, pero preferí pegarle al arco y se fue lejos. Todavía hoy me acuerdo cómo me insultó, Ja! En otra oportunidad, me tocó reemplazarlo y de la calentura que tenía Gonzalo porque lo sacaron, ¡ni me saludó!

-No muchos saben que las inferiores las hiciste en Boca.
-Sí, y fui goleador en novena y octava, eh! Llegué a Boca porque hubo una prueba en Arrecifes a cargo de Abel Almada, que trabajaba con Bernardo Griffa. Quedé seleccionado, pero yo no estaba convencido de vivir en Buenos Aires, así que me dieron permiso para ir a entrenar dos veces por semana y jugar los sábados. Mi viejo me llevaba. Era un viaje terrible, matador.

-¿No se te complicaba con tantos traslados?   
-Era duro. Yo estudiaba en Carmen de Areco de 7.30 a 12. Mi viejo me pasaba a buscar y yo me comía un sándwich en el camino. Encima todavía no existía la Autopista del Oeste, así que el trayecto era más largo aún. Tenía casi tres horas de viaje.

-¿Meditaste mucho la decisión de vivir en Buenos Aires?
-Se fue dando sola. Cuando avancé de categoría ya no se podía entrenar más dos veces por semana sino que había que hacerlo todos los días y de esa manera a mi viejo ya se le hacía imposible traerme. Y para mí, viajar por mis propios medios era un gastadero de plata.

-¿Por qué no continuaste tu carrera en Boca?
-En octava trajeron muchos jugadores de Argentinos Juniors y yo me dije “si estos compran jugadores en octava, ni me quiero imaginar en primera”.  Me di cuenta que mis chances iban a hacer limitadas  y les pedí el pase para irme a Estudiantes, donde ya estaba jugando mi hermano.

-¿Quién fue el técnico que más te marcó en Estudiantes?
-Todos me dejaron una enseñanza positiva. De Craviotto aprendí mucho. Fue quien me hizo debutar.  Apenas llegué a Estudiantes, jugué un partido con la séptima y me lesioné feo. En ese entonces, el club no tenía maquinaria para la rehabilitación y destaco al profesor Ayala, quien hizo un trabajo descomunal para que me recuperase en tiempo y forma.

-¿Qué recordás de tu debut en primera?
-Yo entrenaba con la quinta división y jugaba en reserva. Un lunes, Craviotto me mandó a llamar para que fuese a entrenar con el primer equipo. Hice un trabajo de fuerza bastante duro y al otro día me llamaron otra vez  y me dieron la ropa. Esa misma semana debuté, contra Belgrano. Me tocó reemplazar a Luciano Galetti. Estaba tranquilo porque entré cuando estábamos ganando 2 a 0, Ja!

-¿Qué significó para vos que te haya dirigido Bilardo?
-Una experiencia muy linda. Cuando nos enteramos que iba a ser el DT, se nos puso la piel de gallina porque sabíamos todo lo que Bilardo representaba para Estudiantes. Encima lo agarramos en una buena etapa, porque no nos hizo mirar muchos videos, Ja! Eso sí, estaba en todos los detalles. Nos motivó mucho su llegada. Estábamos peleando por no descender y cuando él asumió hicimos una campaña bárbara que nos permitió quedarnos en primera y fue el puntapié de la consolidación de ese grupo que luego saldría campeón.

-¿Mostaza Merlo sólo aprovechó el envión del buen equipo que le dejó Bilardo?
-Los dos torneos en que nos dirigió Merlo nos fue muy bien. El equipo estaba armadito de la etapa de Bilardo, pero él le puso su impronta. Peleamos siempre arriba y nos faltó muy poco para ser campeones. Nos caímos faltando cinco fechas. Igual clasificamos para la Libertadores y la Sudamericana. El saldo fue positivo. Estudiantes a partir de allí dejó de mirar la tabla de abajo y empezó a apostar alto.

-¿Creés que vas a volver a vivir algo similar al 7 a 0 a Gimnasia?
-Es difícil. Porque un 7 a 0 se puede volver a repetir pero no creo que sea en el marco en que se dio ese partido, nada menos que en un clásico. Fue en un campeonato que veníamos debajo de Boca por muchos puntos y que los hinchas de Gimnasia estaban deseando que salgamos segundos. Además de haber ganado ese partido de manera histórica, terminamos dando la vuelta. Por eso es que creo que será difícil vivir algo parecido.

-¿Siempre creyeron que a Boca lo podían alcanzar?
-Nunca perdimos las esperanzas, pero sabíamos que no era nada fácil porque Boca había construído un equipo con mística ganadora en torneos locales y en copas. Pero la presión la tienen siempre los de arriba. Nosotros tuvimos la virtud de ganar diez partidos seguidos. Igualmente reconozco que tras empatar con Argentinos Juniors y perder la chance de quedar a un punto de Boca en la última fecha, pensábamos que iba a ser casi imposible, porque nos sacaban tres de ventaja y definían con Lanús en la Bombonera.

-¿Qué recordás de aquel gol que le hiciste a Bobadilla, que le dio el campeonato a Estudiantes?
-Fue un pelotazo de Andujar. Maggiolo va a pelear con el Cata Díaz, la pelota le pica a Cahais y yo que venía corriendo desde atrás le gano la posición. Cuando lo veo venir a Bobadilla desesperado, se la tiro por arriba. Antes de que me caiga, le doy con la cabeza y todavía no me explico como no llegó Morel a sacarla. Como verás, la jugada me la acuerdo de memoria, Ja! ¿Cómo olvidarla?

-¿El problema de Simeone fue querer ser más protagonista que los jugadores?
-Cuando el Cholo se fue, yo ya no estaba, así que no conozco los motivos del desgaste con el club. Lo que sí creo es que al irse Simeone, perdieron los dos: Estudiantes porque perdió un gran técnico, y él también, ya que no pudo lograr en River (a pesar de haber salido campeón), el reconocimiento que logró en Estudiantes. Me dio mucha pena como lo recibió la gente el día que fue a La Plata a dirigir a River. Ojalá que algún día vuelva a Estudiantes.

-¿Quién te apodó “Tanque”?
-Leo Ramos me empezó a llamar así en la época de Bilardo. Pero en mi pueblo no me llaman Tanque. En Tres Sargento me dicen “El Pato”.

-José Luis Calderón anunció su retiro para Junio, ¿se va un grande?
-Absolutamente. Hicimos un muy buena dupla con Caldera. Es un fenómeno de tipo. Siempre me aconsejó muy bien. Era una voz autorizada para mi y para todos los chicos del equipo. Seguramente va a ser director técnico en el futuro y ojalá que le toque dirigirme.

Pablo Cancio