Argentinos en el exterior

Pablo Doffo: "Llegué aquí gracias a un DVD"

Desde la paradisíaca isla de Malta, el jugador cordobés que se formó en las Inferiores de Boca conversó en exclusiva con elgrafico.com.ar.

Por Redacción EG ·

24 de abril de 2009
Pablo Doffo, mediocampista argentino del Floriana, admite que llegó al fútbol europeo porque uno de sus amigos presentó DVD suyo a los dirigentes de un equipo de Malta, rememora anécdotas, recuerda con nostalgia su etapa en Boca y confiesa que antes de convertirse en entrenador quiere regresar al equipo de sus amores: Jorge Ross.

Imagen El plantel del Floriana, un equipo con raíces irlandesas que se fundó en Malta en 1894. El argentino Pablo Doffo viste la número 6.
El plantel del Floriana, un equipo con raíces irlandesas que se fundó en Malta en 1894. El argentino Pablo Doffo viste la número 6.
-¿Cómo es el fútbol de Malta?
-Es un fútbol muy táctico, se juega normalmente con un 4-4-2. Los equipos se apoyan mucho en los jugadores extranjeros. Acá venimos para hacer la diferencia. Si se pierde un partido es porque los extranjeros no rendimos, pero si ganamos es mérito del equipo entero. Como los equipos nacionales no tienen tanta trascendencia, es común que la gente salga a festejar un triunfo de la Juventus o del Inter. Aquí son muy fanáticos de los equipos de Italia e Inglaterra. Es un fútbol sin presiones, pero competitivo. El campeón tiene la chance de jugar la clasificación de la Champions. Es más, la temporada anterior, cuando estuve en el Hibernians nos enfrentamos ante el Vojvodina de Serbia la clasificación de la Copa UEFA. Perdimos, y ellos tuvieron la chance de jugar ante el Atlético de Madrid. Algo impensado para el fútbol de Malta.

-¿Cuánta gente va a un partido?
-Alrededor de cinco mil a seis mil personas.

-¿Cómo te llegó la propuesta?
-Estaba en las Inferiores de Boca, cuando mi ex compañero Sebastián Monesterolo, del que me hice muy amigo, vino a jugar a Malta. Me dijo que podía presentar un DVD con jugadas mías en algún club de Malta, para ver si surgía alguna oportunidad. Entonces, le envié uno, lo presentó en el Hibernians y me contrataron. ¡Llegué aquí gracias a un DVD!

-¿Cuál fue tu primera impresión?
-Es un lugar hermoso. Es un paraíso. Como hay mucha historia, en verano se llena de turistas. Hace tres años que estoy acá y me adapté perfectamente. El maltés es muy parecido al italiano, y nosotros los argentinos llevamos mucho de esa cultura en la sangre, por eso no sufrí la adaptación. Aquí tienen muchas costumbres similares: acá se enojan al manejar, se enojan e insultan como en la Argentina. En otros países de Europa donde estuve, eso no se ve.
 
-¿El idioma es complicado?
-Se habla maltés, inglés e italiano. Yo aprendí muy bien el italiano, y no tengo ningún problema de comunicación.

-¿Con quiénes estás viviendo?
-Vivo solo y extraño mucho a mi familia, a mis amigos. Por suerte, en la isla tengo a mis amigos argentinos como Julio Alcorse y Sebastián (Monesterolo), con quien nos juntamos seguido y se hace más llevadero. En cinco minutos estamos en la casa del otro, es un lugar muy chiquito.

-En un lugar tan chico, la gente te reconocerá fácilmente por la calle, ¿cómo actúan los hinchas?
-No se acercan a decir nada, nos tienen más respeto. Son fanáticos, pero mucho más fríos que en la Argentina.

-¿Qué posibilidades de progresar a nivel futbolístico te ofrece el fútbol maltés?
-Siempre hay empresarios de Italia e Inglaterra. Hace poco, dos malteses fueron a jugar a la segunda división de Inglaterra. Por la cercanía, no es difícil que se interesen por jugadores de esta liga.

-¿Cómo son tus compañeros?
-Tienen buena onda. Yo les hago ver videos por YouTube del campeonato argentino, los superclásicos, y no pueden creer cómo se vive el fútbol allá. Ven imágenes de un River-Boca y no lo entienden, creo que no lo van a entender nunca.

-¿Tenés una anécdota con algún compañero de equipo?
-Un día fui a entrenar con un brasileño en su auto; cuando llegamos al lugar de entrenamiento, me preguntó si sabía manejar y le dije “Sí, sí”. Entonces, me da las llaves. Yo tenía miedo porque aquí se maneja como en Inglaterra, con el volante del lado derecho. Me subí al auto, hicimos cinco cuadras y cuando me apareció un auto de frente, lo quise pasar como lo hacía en la Argentina. El otro conductor tuvo que girar como se hace aquí y nos encontramos de frente; como venía despacio no pasó nada, pero mi amigo se quedó blanco del susto. Lo más gracioso fue explicarle al tipo del otro auto que yo había girado así porque era argentino y no estaba acostumbrado a manejar del otro lado, por suerte era hincha de nuestro club y no se enojó.

-Hablaste de que la responsabilidad recae en los extranjeros. ¿Cuáles son las ventajas de ser argentino?
-Una vez, fuimos a jugar a una ciudad donde el árbitro no nos cobraba ni una a favor nuestro, entonces me la pasé insultándolo en español. Me miraba con cara rara, eso es una gran ventaja. De esa manera, me saqué todos los nervios.

-¿Cómo fue la experiencia en las Inferiores de Boca?
-Fue una experiencia hermosa, jugué allí 8 años. Desde Novena a Reserva, me entrené con la Primera, pero no se decidieron a hacerme contrato. Tuve la chance de compartir la cancha con Nico Burdisso. Con Carlos Tevez debutamos en la Reserva el mismo día, ante Colón. No me lo olvido más. Otra cosa que me va a quedar grabada es la pretemporada en la que pude conocer a Caniggia. Sé que era muy difícil llegar a Primera, en mi posición estaba Battaglia, también el Chicho Serna. Pasé años maravilllosos allí, me quedaron muchos amigos de la pensión como Sebastián Monesterolo, Pablo Jerez, Gustavo Eberto, Joel Barbosa, Miguel Caneo y Sebastián Garay.

-¿Qué se extraña de La Carlota?
-Lo que más extraño es Jorge Ross, mi equipo de toda la vida, donde quiero cerrar mi carrera. Siempre escucho los partidos por internet y quiero estar al tanto de lo que sucede en el equipo. También extraño mucho a mi familia. Me queda un año más de contrato en Malta y me gustaría regresar a la Argentina, si tengo la posibilidad de jugar en Primera, pero sé que es difícil encontrar un club. Después, para más adelante quisiera ser técnico, aprendí mucho del Chino Benítez, Abel Alves y Jorge Griffa. Desde la forma de entrenarse, a situaciones de juego. Mi experiencia en Europa podría complementar todo lo que me enseñaron.


Alejandra Altamirano Halle