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Otra empresa de la pelota

El documental Fútbol Violencia S. A. rastrea respuestas alrededor de la convulsión y las víctimas que genera el espectáculo futbolístico en la Argentina. La palabra de Pablo Tesoriere, su director.

Por Redacción EG ·

23 de abril de 2009
Hay 234 razones anidadas a la esfera de la historia del fútbol argentino, que no sólo se limita a una pelota. El número de razones son las muertes en torno a la violencia en espectáculos futbolísticos y afines, según revela un trabajo de la ONG Salvemos al Fútbol. Y por eso, es necesario indagar y rascar esa herida anacrónica para encontrar respuestas y encausar soluciones. En esta senda camina Pablo Tesoriere, el director de Fútbol Violencia S. A., un documental que fue presentado de manera oficial en el Salón Auditorio del Congreso.

Trailer de Fútbol Violencia S. A.
Fútbol Violencia S. A., un film parte del Festival Internacional de Derechos Humanos de mayo próximo, tiene como objetivo educar al espectador y generar conciencia, como marca su autor. El trabajo, además, cuenta con la producción y el apoyo de Mónica Nizzardo, presidenta de Salvemos al Fútbol y que saltó a la escena por denunciar a las barras bravas en la Justicia. Tesoriere, sobrino bisnieto de Américo, el mítico arquero de Boca de la década de 1920, ya creó Puerta 12, una película sobre la mayor tragedia del fútbol vernáculo. Ahora, se brinda a una charla con elgrafico.com.ar.

-¿Qué te llevó a iniciar este nuevo trabajo?
-Yo ya había hecho Puerta 12 y este trabajo nació casi en simultáneo. Mientras entrevistaba a personas para uno, recogía testimonios para otro, y algunos, claro, ahora se repiten. Con los dos trabajos se cierra un ciclo de dos películas que conversan entre si. El documental trata de ver el tema desde la actualidad. El análisis se había comenzado en Puerta 12 y se cierra en Fútbol Violencia S. A.

-¿Cuándo comenzaste y qué resaltás del documental?
-Puerta 12 me llevó muchos años, casi cinco. Y en el segundo, en 2005, comencé con Fútbol Violencia S. A. Los protagonistas centrales son los familiares de las víctimas, porque durante todo el documental hay mucha participación de Familiares de Víctimas en el Fútbol Argentino (FAVIFA) y de su presidenta Liliana García. Está el caso de Marcelo Cejas, muy destacado en el trabajo, el de Christian Rousoulis, el de Matías Cuesta.

-¿Cómo es el análisis en el film, cómo se trata?
-Es un análisis donde hay personas que explican el fenómeno de una manera bastante enciclopédica. Se aborda a la Justicia, a la política y a cuestiones como la infraestructura de los estadios. Está dividido en bloques y tratado en un nivel muy sociológico y no tanto desde el mismo juego del fútbol.

-¿Qué grado de responsabilidad le cabe a cada actor social, Estado, AFA, Justicia?
-Hay un gran factor de responsabilidad que es la Justicia, porque las causas no se resuelven y el tiempo pasa. Obvio que en esto se liga al Estado. Eso es lo que demuestra el documental, porque lo clásico es decir que el problema es de las barras o de grupos de inconformes sociales. Hay otro tipo de responsables, es decir que no se va a solucionar eliminando a una persona, la cuestión va desde abajo hacia arriba, desde el hincha que va a ver los domingos a su equipo hasta el dirigente y el político.

-Después de la tragedia de Hillsborough, que se cumplió hace unos días 20 años, en Inglaterra hubo un cambio radical en la organización del fútbol, ¿pasó algo similar luego de Puerta 12?
-No, y esa es una cuestión que me llevó a la investigación, que no había responsables ni transformaciones estructurales. Lo que puedo decir como positivo es que se habló del tema, que se debatió. Y, hace poco, logramos colocar una placa en el estadio y eso hace que se genere conciencia, no sólo en los hinchas de fútbol, sino en el tipo que va a ver un recital a River y que pasa por ahí y la ve.

-¿Ese es el fin?
Trailer de Puerta 12

-El fin es generar conciencia y educar al espectador. Estamos interesados en presentarlo no sólo en universidades o instituciones como TEA, sino también en llevarlo a escuelas secundarias, es decir empezar desde abajo.

-¿Qué entrevista, de las tantísimas, te sorprendió más, para bien o para mal?
-Es tan pasional el fútbol que muchas veces lo que más llama la atención es la trasformación de la persona, esa misma que sale de su trabajo y va a la cancha. Cómo se transforma por esa idea del aguante, de matar por el equipo. El fútbol es muy pasional y eso no pasa en los demás deportes, como el tenis o el básquet. La mayoría de los familiares, además, no sabían que sus hijos estaban en la cancha, ni tampoco están involucrados en el ambiente. Y lo que más me sorprendió es que los familiares te lo hacen más real, porque era gente inocente la que murió y a uno también le puede pasar. La parte real es eso. Lo otro es el lado objetivo, la palabra del periodista, del político, del sociólogo, del abogado. El familiar es lo que más me descolocó en Fútbol Violencia S. A., porque es el que lo vivió.

-¿Darle visibilidad a los familiares es en parte el objetivo?
-Sí, claro, eso ligado a generar conciencia y educar al espectador, eso es lo interesante.

-¿Hay voluntad para apagar la maquinaria de la empresa Fútbol Violencia S. A.?
-Yo creo que sí. Aunque la generalización siempre es mala. Si te digo que sí está mal y si te digo que no también. Pero hay gente que se interesa en el tema como la diputada Delia Bisutti, que llevó a presentarlo al Congreso. Eso quiere decir que hay gente involucrada en que se haga conocer. Pero el fútbol, como decís, también es una empresa y tiene sus intereses, siempre va a ver intereses. Aunque me parece que estamos cada vez mejor, por lo que generó en términos generales el año 2001 en la conciencia. Todavía cuesta, pero de a poco se puede.

-¿Cómo aborda el periodismo, en general, al tema “violencia en el fútbol”?
-Hay medios con periodistas especializados, que lo desarrollan a su manera, auque obviamente los medios tienen que vender. En fin, creo que se está mejor. Que El Gráfico haya sacado un informe cuando se cumplieron 40 años de Puerta 12 genera educación en un público joven que lee la revista. Eso me parece muy positivo. Hay personas como Gustavo Grabia, del diario Olé, que le dan mucha importancia. Aunque también hay un poco de prejuicio, eso también.


Roberto Parrottino