Argentinos en el exterior

Guillermo Nielsen: "El fútbol es mi forma de conocer nuevos lugares y culturas"

Desde Dinamarca, el mediocampista argentino Guillermo Gunnar Nielsen cuenta cómo se juega a la pelota en tierras escandinavas.

Por Redacción EG ·

21 de abril de 2009

Desde Arhus, jugador argentino del FC Fredericia, Guillermo Gunnar Nielsen, le narra a elgrafico.com.ar cómo es el fútbol danés, sus recuerdos de Posadas, cuánto influyó en su carrera el Chino Benítez y sus deseos de jugar en la primera división del fútbol argentino.

-¿Qué recuerdos tenés de Guaraní Antonio Franco?
-Muchísimos recuerdos, empecé a jugar en Guaraní a los 6 años, porque todos mis amigos iban allí. Hice todas mis inferiores, tuve técnicos que me marcaron como Darío Labaroni, que después me llevó a debutar en Primera cuando tenía 16 años. La experiencia fue espectacular, porque nunca se sabe que tan lejos te puede llevar el fútbol. Cuando estaba en Posadas, nunca pensé que iba a tener la chance de conocer tantas culturas o que podía aprender tres idiomas.

-A los 17 años debutaste en el fútbol italiano ¿cómo lo viviste?
-Justamente, el ex arquero Quique Vidallé y Horacio Bongiovanni estuvieron en mi ciudad viendo jugadores y, por intermedio de ellos, me dieron la chance de probarme con el Colonoia Veneta, una filial de Verona. Un día llegué a casa, y mis padres me dijeron lagrimeando que tenía que armar el bolso porque debía viajar en una semana. Fue terrible, se dio de golpe, cuando todavía estaba en la secundaria. En Italia, estuve a prueba por un tiempo. Me fue muy bien, y desde el club querían sacarme la ciudadanía, pero no se pudo. Todo esto coincidió con el atentado a las Torres Gemelas, en medio de un quilombo global. Volví a Misiones, terminé la secundaria y si bien no pensaba en jugar profesionalmente, la oportunidad que tuve en Europa me había gustado mucho.

-¿Cómo conociste al Chino Benítez?
-Fue de casualidad. Él pasó por Misiones a ver jugadores más chicos que yo. Yo me estaba entrenando con la primera de Guaraní, cuando me preguntó si tenía de ganas de viajar a Buenos Aires para ir a Boca. Le dije: “¡Obvio!”. Estuve a prueba y tampoco se dio. Estaba desilusionado otra vez. Entonces, por medio de un primo que vive aquí en Dinamarca, vine a probar suerte. A ver qué pasaba. Justo apareció la oportunidad de jugar en el Kolding FC, de la tercera división. El técnico era Ricardo Nielsen, campeón de la Eurocopa 1992 con el seleccionado danés. Caí en un club muy bueno, que tenía ambiciones, y de allí, las cosas fueron cada vez mejor. A los pocos meses, me llegó la propuesta del FC Aarthus, uno de los clubes más antiguos de aquí.

-Después, te llegó la oportunidad de jugar en las Islas Feroe. ¿Alguna vez habías pensado en la posibilidad de jugar en un lugar así?
-No, la verdad es que no. No me imaginaba que allí se podría jugar al fútbol. Pasé por tres equipos distintos. Es todo tan raro. Yo siempre digo que en este ambiente hoy sos Dios y mañana el Diablo. Este deporte siempre te da revancha, una oportunidad. El fútbol es mi forma de conocer nuevos lugares y culturas. Aprendí danés, inglés y feroés; solamente por jugar a la pelota, divertirme y hacer lo que me gusta.

-¿Cómo son los hinchas del fútbol danés?
-En general, la cultura es diferente a la nuestra. En la Argentina, ser jugadores de fútbol es lo máximo que les puede pasar. Aquí le dan mucha importancia al estudio, es casi tan importante como ser jugador del fútbol. Muchos de mis amigos profesionales siguen estudiando, juegan al fútbol como hobby y, si ganan plata, mejor. Pero terminan sus carreras, se reciben para tener otra alternativa cuando se retiren. Con respecto a los hinchas, no existe la pasión que hay en Sudamérica. No la encuentro ni en Escandinavia, ni en Dinamarca, ni en las Feroe. Aunque a la cancha va bastante gente.

-¿Estás estudiando?
-Me gustaría empezar a estudiar algo. Tengo 25 años, estoy contento con el equipo en el que estoy, tenemos posibilidades de ascender a la Superliga de Dinamarca. Está claro que la vida del futbolista es hasta los 30 años, y después hay que seguir viviendo. Este lado del mundo me enseñó que el fútbol es sólo una etapa. Mis amigos argentinos que juegan al fútbol, se empiezan a preocupar y ven qué hacer después que se retiraron; acá van planteando su futuro.

-¿Cómo son los entrenamientos y las charlas técnicas?
-Para empezar, aquí hace frío la mayor parte del año. A la hora de entrenarnos, parecemos muñecos de nieve. Tenemos que ponernos muchísima cantidad de ropa: dos pares de medias, pantalón largo, remera de nylon, buzo, rompevientos y campera. El fútbol es mucho más táctico y físico. Los daneses son, de por sí, muy grandes. Vamos seguido al gimnasio, pero en los entrenamientos hacemos todos trabajos con pelota. Los jugadores daneses no llevan la técnica en la sangre como los jugadores argentinos, entonces, aquí se les enseña la parte técnica. La mayoría de los daneses no nace para ser jugador de fútbol, se los convierte en futbolistas. Peter, el técnico que tengo ahora, nos habla en danés y en inglés. Las charlas dependen de cada técnico, éste habla mucho con los jugadores.

-¿Cómo es la vida allá?
-Es muy groso. Son países muy organizados. Culturalmente, todo marcha bien, el índice de corrupción es muy bajo. El danés es muy honesto. Eso también se refleja en el fútbol, acá los entrenadores no quieren que te tires para engañar al árbitro, ni que simules, no hay picardía. Con los horarios son muy exigentes, todo está planeado de antemano. Firmás un contrato y ya sabés lo que tenés que hacer hasta fin de año. Acá te hacen multas por todo, por cada cosa que hacés mal. Si llegás un segundo tarde, por cada tarjeta amarilla que te sacan, por cada expulsión. Lo mismo en la vida cotidiana: te ponen una multa por pasar un semáforo rojo en bicicleta. A mí me encanta la cultura bien organizada y Dinamarca es un país muy lindo.

-¿Tenés ganas de regresar al fútbol argentino?
-No sé, es raro. Hace poco estuve hablando con un representante argentino sobre este tema. Yo sueño con la posibilidad de jugar en Primera. Mi carrera futbolística nació por instinto, solo tuve la chance de jugar en el Argentino B y quisiera jugar en la A. Soy hincha de Boca y lo sigo siempre por internet, pero aquí estoy bien, en un club donde existe la posibilidad de ascender a la Superliga danesa. Además, tengo una novia aquí. Es difícil, porque mi mamá y mi papá me apoyaron muchísimo para que sea fuerte y aguante lo duro que es vivir afuera, lejos de la Argentina. Hace un año y medio, logré que viniera mi hermano, pero es duro y complicado estar a tantos kilómetros de Posadas.

-¿Y la costumbre del mate?
-Al principio me traía la yerba cuando viajaba a la Argentina por Navidad o vacaciones. Pero, como a veces te la sacan en el aeropuerto, no la traigo más. Ahora se consigue por intermedio de Alemania o en algunos locales de Dinamarca, pero es carísima. ¡Sale seis veces más que el precio que pagás en Misiones!


Alejandra Altamirano Halle