Las Entrevistas de El Gráfico

Sergio Marchi, en primera persona

El secretario general de Agremiados admite que siempre fue un rebelde, revela cuando lloró y asegura que acepta las críticas.

Por Redacción EG ·

26 de febrero de 2009
Nota publicada en la edición febrero de 2009 de la revista El Gráfico.

ME HORRORIZO cuando veo que existen representantes de chicos de doce años, cuando a esa edad lo que tienen que hacer es jugar, divertirse y aprender. Son los tiempos que corren. Ahora todo tiene que ser rápido y, muchas veces, los padres les ponen tanta presión que malogran a buenos jugadores.

SIEMPRE FUI REBELDE. Estudié en los años 70, años bravos. Como era bueno en el colegio, no me echaron, pero yo participaba en las manifestaciones que se hacían en La Plata –y, a veces, era uno de los cabecillas– por el boleto estudiantil, sin saber que corría riesgos grandes. Era un pendejo idealista y con los años, cuando hablé con las Madres de Plaza de Mayo, entendí muchas cosas y me enteré de otras increíbles...

SE LO QUE ES EL MIEDO. En la época de la dictadura, durante una marcha por el boleto estudiantil, fuimos a Plaza San Martín, en La Plata. Nos cagaron a trompadas. Yo iba con el tablero y la regla T, y terminé escondido en un bar, en el baño de mujeres, como dos horas, paralizado por el pánico. Cuando volví a casa, mi vieja casi me mata; y me mandó a la casa de mi abuelo, como a 4 kilómetros, por las dudas...

VENDI DE TODO, por eso me llaman El Turco. Mi mamá, María Angela, tenía una tienda. Creo que aprendí de ella. Una vez, vendí un tapado de piel sintética en pleno verano. Se lo ofrecí a un tipo que tenía un negocio de forraje y maíz para gallinas. “Vendé rifas de enero a junio y en invierno lo sorteás”, le dije. Y agarró viaje.

MI VIEJO, UN LABURANTE de toda la vida. Y me enseñó muchas cosas. Fumaba mucho: negros y rubios. Yo me la pasaba afanándole los paquetes para que fumara menos. Cuando andaba por los 50 años tuvieron que amputarle una pierna. Yo andaba muy corto de guita, entonces me fui a jugar a Huracán de Comodoro Rivadavia para ayudar. Con mi vieja y mis hermanos –Gustavo y Ricardo– lo cuidamos mucho. El día después de la operación levantó la sábana y miró lo que le había quedado. ¿Sabés qué hizo? A los tres días se levantó solo, como pudo. Nunca lo escuché quejarse ni llorar. Se llamaba Raúl Camilo y murió hace un año y medio. ¡Seguía jugando a las bochas y hasta manejando! Un ejemplo de vida.

PIEL DE GALLINA. Cuando me acuerdo de una charla técnica del Bambino Veira. Puso las camisetas en el suelo y un balde al lado. “Cuando termine el partido, quiero que todas las camisetas queden como esta”, dijo. Y agarró una, la metió en el balde y la sacó empapada, y la estrujó.

HAY QUE LEER EL DIARIO. Yo estaba en el fondo de mi casa, en Gorina, leyendo El Día y salió que estaban probando jugadores para Gimnasia. Mi mamá me dijo que fuera. Mi mamá, ¿eh? No mi viejo. Fui, jugué 20 minutos, me sacaron, me enojé porque quería seguir y el asunto fue que, cuando terminó todo, ¡estaba en la lista! Ahí empecé...

ME FALTO GARRA para estudiar y jugar. Me interesaba mucho el estudio, soy técnico electromecánico, quería seguir de ingeniero, pero no me daban los tiempos. Me hubiera gustado seguir abogacía también, pero el fútbol pudo más. Al final, cuando empecé a verme en los diarios, le tomé el gustito, y sobre todo cuando entré a ganar unos mangos...

OJO CON MENTIR. Yo estaba en la cuarta de Gimnasia y un día, porque no quería seguir, le dije al presidente de Inferiores, Rodolfo Dumovich, que era porque mi viejo no me dejaba. Un día se aparece en mi casa un auto importado. Vinieron Rodolfo y José Santiago a hablar con mi papá. Cuando se fueron, me corrió por toda la casa para cagarme a patadas, me quería matar.

LAS CUENTAS CLARAS. Yo llevaba un cuaderno con todos los números, cuando ascendimos con Gimnasia en 1984. Los dirigentes nos prometieron el total de la recaudación de la final. Por eso, conté hasta las banquetas del restaurante del club, por las dudas... pero cuando llegó el momento de la liquidación, ¡faltaban dos mil plateas! Le habíamos ganado a Racing y terminamos discutiendo muy fuerte, pero la plata apareció.

LLORE MUCHO cuando un año después me limpiaron. Me dijeron que o seguía con el mismo contrato que en la B o me daban el pase. Pedí el pase y lloré todo el camino hasta mi casa. Cuando llegué, me escondí en el baño para que mi vieja no me viera. Tanta ingratitud me marcó muy fuerte.

SABER ELEGIR. Nunca olvidaré a Nito Veiga, era un gran técnico, que sabía muy bien plantar en la cancha a cada jugador. Hoy todos los equipos se entrenan bastante bien, cada uno con su método, pero el técnico es fundamental a la hora de elegir a cada uno. Además, Nito enseñaba sobre la vida.

SER BUENO NO BASTA. Se entiende que hay que saber jugar bien a la pelota, pero hay otras cosas que valen mucho también: tener amor propio, espíritu, ser inteligente, tener contracción al laburo. Y además, claro, que te pongan en la posición que debés tener. Bora Milutinovik quería que fuera stopper. Le dije que no y me sacó. Por suerte, después vino el Bambino.

NO ME ANIMO a decir cuántos clubes hoy están al día con los sueldos, pero son casi todos. Ojo, esto de pagar entre el 20 y el 25 del mes ya es una modalidad, pero deben pagar el quinto día. Yo le digo a Grondona: Estemos muy atentos, porque hay 61 clubes profesionales. Unos 50 cumplen, pero que por 5 o 6 que no lo hacen, que no se arme quilombo, son los que firman cualquier cosa y después no cumplen.

GASTAN MAS DE LO QUE GANAN. Son muchos los clubes que salen a comprar y comprar, sin tener los recursos suficientes. Solo uno sale campeón. El resto va a la cola.

LA VICTIMA TERMINA SIENDO EL AGRESOR. Cuando se vinieron los de Platense, yo ya lo sabía una noche antes. En eso hice mal en salir a la calle y enfrentarlos, pero por qué me tengo que bancar que un loquito haya firmado 25 contratos y no cumplió con nadie. ¿Qué tengo que ver yo con eso? Club que no paga, tiene que pagar sí o sí; se acabó el “Paga Dios”, por eso Racing quebró y Central casi desaparece.

EL POTRO SE COMPROMETIO con todo, un tipo de primera. Con Domínguez trabajamos muchos años juntos, él vino antes que yo a Agremiados. Fue al frente como un loco, siempre. Es un tipo de primera. Después, renunció por una situación confusa e injusta para él. A mí me gusta discutir ideas, no personas.

MENEM me mandó a llamar cuando se armó un conflicto con Deportivo Español, en 1997. Yo estaba debajo del tilo de mi casa, tomando mate, cuando llamaron. No lo podía creer. Antes de ir, pedí que no hubiera periodistas, pero estaban todos. “Tiene que haber fútbol”, me pidió el presidente y le dije que no, y no hubo. Ojo, no fue mérito mío, sino de los jugadores que aguantaron.

UN MASAJE AL CORAZON le gusta a cualquiera. Yo lo quiero a mi hijo y él a mí, pero... ¡qué lindo que es decírselo, o que él te lo diga! En el fútbol, igual. Hay muchos jugadores que nunca tuvieron el reconocimiento de sus clubes por lo que hicieron. Al Turco García –y doy solo un ejemplo–, ni Huracán ni Racing le devolvieron todo lo que él les dio como futbolista...

HAY QUE NEGOCIAR. Una vez puse una panadería frente al hospital en La Plata, y justo en la vereda de enfrente apareció un tipo con una canasta vendiendo churros y bolas de fraile. ¡Yo tenía todo en regla, pagaba los impuestos y este me sacaba ventaja! Entonces fui y le propuse: “Andá con la canasta al hospital, yo te aporto la factura, vos ponés los churros y compartimos las ganancias”. Así fue, y somos amigos con Mario; a veces lo veo y sigue con la canasta...

SAN LORENZO NO ME DEBE prácticamente nada. Antes de irme a México, tuve un problema con la plata de los premios y de la Copa. Yo ya había cobrado mi 33% cuando fui a México, pero no me mandaban el transfer. Finalmente, el presidente del club puso la mitad. Con el tiempo, me encontré con Miele y le recordé el tema.

LOS CAMBOYANOS fue una ocurrencia de Lucho Malvárez. El Bambino dice que, a ese equipo, hay que considerarlo campeón. Luchamos contra todo, no teníamos dónde entrenar, no nos pagaban; a veces practicábamos de noche. Una vez hasta nos “duchamos” con agua mineral. Pero también tuvimos éxito deportivo y eso nos ayudó muchísimo. Ese equipo fue una bisagra en la historia de San Lorenzo.

EL DERECHO DE FORMACION es una ventaja para los países del Primer Mundo, que le dicen. Ellos no quieren poner diez millones de dólares para un jugador, prefieren poner un millón por año. Muchos creyeron que era como la llegada de Papá Noel, como fue el Prode alguna vez. Y así, ellos te roban a jugadores menores, pagando muy poco.

NERY CARDOZO HIZO LO JUSTO. Rompió un contrato anticipadamente, como muchos clubes hacen con los jugadores; sólo que cuando es al revés, demonizan al jugador. Lo que la FIFA tendría que decirle al Chiapas –y no lo hacen porque son unos maricones– es que ellos deberían pagar la indemnización, porque ellos lo habían hablado. En cambio, va todo a juicio, se tarda más de cuatro años y para entonces, a lo mejor el club es apenas un sello de goma.

MEXICO ES TIERRA DE NADIE. Muy pocos países latinoamericanos tienen un sistema como el nuestro, donde el contrato se cumple. Entonces, viene un tipo, contrata a varias figuras, arma un equipo competitivo y se tira un lance internacional. Total, ¿qué le importa? Si la cosa va mal, raja a los jugadores y listo. Increíble.

FALTA UN CODIGO ETICO. La dirigencia argentina tiene que ir a la Conmebol y decir que México, si no hace bien las cosas, vuelva a jugar con El Salvador u Honduras. Ellos traen plata, pero nosotros les damos prestigio. Y no sé cuál es más caro.

EL FUTBOL NO ES COMPLICADO. Hoy, para muchos, es una guía de teléfonos: que 4-3-2, 4-2-4, que sé yo, un montón de números y esquemas. Nunca me olvido de lo que decía Nito Veiga: “En la cancha, mandan ustedes. Quiero que se sientan líderes. No es necesario que todos tiren caños, porque hasta Beckenbauer la tiraba a la tribuna”.

ACEPTO LAS CRITICAS, sobre todo si es para aprender. Una vez, a un presidente lo invité a pelear en la puerta. “Me pongo las zapatillas y voy”, le dije; porque yo para pelear me pongo zapatillas. Pero no siempre es bueno este tipo de actitudes. Diego, por ejemplo, me criticó algunas veces. Cuando siento que el adversario vale, no se me caen los anillos para ir a tocarle el timbre y hablar con él. Eso sí, cualquiera puede ir a los archivos y revisar si uno, a lo largo de todos estos años, tuvo un mismo discurso o lo fue cambiando; porque eso es también tener una línea de pensamiento y conducta, con errores o no...

LOS PIBES RESUELVEN como pueden. Antes, un chico llegaba a Primera con 250 partidos entre Reserva y Cuarta.Hoy, uno ya juega con 15 partidos. Y si no, el caso de Agüero, que lo tiraron a un campo de juego en Boca ante 60.000 personas, con apenas 17 años. Y, a pesar de todo, muchos pibes logran superar eso, pero es demasiada la presión.

NO HAY QUE HACERLA FACIL, yo tengo dos hijos: Leonardo que tiene 12; y Luisina, de 15. Será porque yo tuve que lucharla desde muy pibe –y no éramos pobres, ojo, éramos clase media, pero sin las comodidades de hoy– que trato de que no todo les sea sencillo, porque solamente se crece con el esfuerzo.

Texto: Carlos Irusta.
Foto: Alejandro Chaskielberg.