Las Entrevistas de El Gráfico

"De chico era habilidoso, después me endurecí"

El máximo goleador histórico de Colón repasa su vasto recorrido, le da duro a Falcioni, recuerda cuando lo deportaron por tener un pasaporte trucho y cómo fue el encuentro con Borghi, mentor de su apodo.

Por Diego Borinsky ·

13 de febrero de 2009
Reportaje publicado en la edición enero de 2009 de la revista El Gráfico.

1 Te gritan Esteban, ¿te das vuelta? Depende, muy pocos me llaman así. Mi familia, por ejemplo; aunque también me dicen Flaco, porque de chico era menudito, uno de los más petisos de la clase, de hecho el estirón lo pegué a los 16 años.
2 ¿Cómo nació el apodo? Me lo puso Walter Boldorini, un amigo cordobés de mis primeros años en Independiente. Yo jugaba en la reserva y Borghi, en la Primera. Admiraba al Bichi y era bastante parecido a él, en el físico y por el corte de pelo; entonces este amigo empezó a decirme que era el hermano del Bichi, que Bichi de acá, que Bichi de allá. Y quedó. Jamás imaginé que perduraría así.
3 Parecido por el pelo, por las rabonas... Ni en pedo, no soy un talentoso, aunque de chiquito jugaba de enganche en Coronel Dorrego, mi pueblo, y era bastante habilidoso: me encantaba tirar caños y era vago, no corría. Con el paso del tiempo me di cuenta de que me gustaba jugar más cerca del arco y hacer goles. Y me fui endureciendo, también, vamos a decir la verdad.
4 ¿Te lo cruzaste alguna vez a Borghi? El año pasado, cuando jugué en La Católica. El dirigía al Colo-Colo y antes de un partido nos dimos un abrazo y estuvimos hablando un rato. Me dijo cosas muy lindas que no me esperaba: que se alegraba de que siguiera metiendo goles y que me tenía aprecio, a pesar de no conocerme, por llevar su apodo. Lo admiro y respeto profundamente.
5 ¿Los técnicos, cómo te dicen? Algunos me llamaron por el nombre, como Brindisi; la mayoría por el apodo y creo que el único que me decía “Fuertes” era Falcioni. En realidad, Falcioni llamaba a todos por el apellido. Quería poner distancia, parece. Nunca entendimos por qué.
6 ¿No te gustaba? No me gustaba a mí ni a nadie del plantel.
7 ¿En Inglaterra había traducción de Bichi? No, pero en Francia me decían “Biyí”.
8 Afuera parecés una persona tranquila, ¿por qué te dieron una vez 8 fechas y otra 6? Afuera de la cancha soy tranquilo, es cierto, el problema es que me transformo adentro, me vuelvo loco. A veces tengo mis razones. Yo jugué en River y jugué en Colón y hay camisetas que pesan más. Esto es así, no hay vueltas.
9 Dame un ejemplo. Con la camiseta de River podía decirle al árbitro “La concha de tu madre, sos horrible”, que él me contestara: “Callate, burro de mierda, ¿cómo podés jugar con los monstruos de River si sos un desastre?”, y que no hubiera ni una amonestación. En Colón, en cambio, al primer “boludo” te echan sin problemas.
10 ¿De qué trabajan tus viejos? Mi papá es camionero y siempre viajó mucho; mi vieja es empleada municipal. Nunca nos faltó nada y tampoco nos sobró, lógico. Somos 12 hermanos, con casi 20 años de diferencia entre el mayor y el menor. Yo soy el sexto. Y con una particularidad: estamos muy divididos por los colores. Mi viejo y cinco hermanos somos de River; mi vieja y otros 6 son de Boca y hay uno de Independiente. Somos una familia muy futbolera.
11 ¿Cómo duermen y comen 14 personas en una casa? ¿Cómo se mueven en vacaciones? Problemas de espacio no había porque vivíamos en un caserón inmenso, con tres casas pegadas, como se usaba antes: la de mi abuela, la de mi tía y la nuestra. Los 7 varones dormíamos en una pieza en un par de cuchetas y las 5 mujeres en otra. En vacaciones nos íbamos a Monte Hermoso, que está a 20 kilómetros, y entre el camión de mi viejo y el auto de algún hermano mayor, nos repartíamos sin problemas.
12 Es raro que sean tantos, ¿tus viejos no vieron la publicidad que hiciste hace unos años? Ahhhh, la publicidad (piensa), sí, la de los preservativos Camaleón, se ve que no la vieron o ya era muy tarde (risas).
13 ¿Cómo surgió la publicidad? Camaleón era el sponsor de Colón, me preguntaron si me animaba y dije que sí. Salía en la tele durante los partidos de los viernes y sábados diciendo: “Animate a jugar”. El preservativo venía con un vibrador. Te imaginás las cargadas, ¿no? Los rivales me decían “Forro de mierda” y esas cosas; mis compañeros estaban contentos porque les llevaba regalos. Ellos saben que siempre repartí.
14 Ya que estamos en el tema, ¿existe un día tope para tener relaciones sexuales en el futbolista? Es mi caso, sí, yo trato de no tener sexo los 2 o 3 días anteriores a un partido, para llegar descansado. Después, conozco casos de chicos que tienen relaciones el día anterior y en la cancha vuelan. No hay una regla fija, o fifa en realidad (risas).
15 Volvamos a la infancia, ¿trabajaste de algo? Vendía diarios, trabajaba en un lavadero de autos y era cadete de un escritorio de hacienda. Los diarios que más vendía eran La nueva provincia, de Bahía Blanca; y La voz del pueblo, de Tres Arroyos; Clarín no llegaba ni ahí a la mañana; El Gráfico y Sólo Fútbol se vendían bastante. Iba en bici, con un recorrido establecido.
16 ¿Sufriste muchas privaciones? Hambre nunca, comíamos bastante bien. Después, como no teníamos grandes pretensiones, no sufríamos, porque nos conformábamos con una pelota de fútbol. Eso sí: las zapatillas tenían que durar para el colegio, para el fútbol y para salir. Había que ser cuidadoso, no quedaba otra.
17 Hincha de... River, y bastante fanático. En el equipo de mi pueblo, Independiente de Dorrego, jugaba siempre con una camiseta de River abajo de la otra.
18 ¿Recordás algún partido especial como hincha? El 5-4 de River a Polonia, con el gol de chilena de Enzo. A la cancha nunca pude ir como hincha. En realidad, hasta que vine a probarme a Independiente no conocía Buenos Aires. Vivía a 600 kilómetros y todo costaba demasiado.
19 ¿Tu ídolo? El Pato Fillol, porque al principio yo era arquero. Unos años después, lo tuve en Racing como ayudante de Basile y se lo conté. Me regaló un buzo verde de los que usaba. Y me saqué una foto con él. Yo ya estaba en la Primera de Racing, pero para mí seguía siendo mi ídolo.
20 ¿Quién te avivó de que tenías que salir del arco? Jugaba al arco en el baby y cuando pasé a Independiente de mi pueblo estaba el equipo armado, faltaba el 3 y me mandé para ahí. Con el tiempo, me di cuenta de que el arco no era para mí, y me fui adelantando en el campo: primero de 5, después de 8, de 10, y al final de 9.
21 ¿Cuál es el clásico de tu pueblo? Independiente-Ferroviario. Es una linda liga la dorreguense, mis hermanos juegan ahí todavía. Somos un pueblo de 20 mil habitantes y en un clásico se pueden juntar 5 mil.
22 ¿Cómo diste el salto al fútbol profesional? De casualidad. Jugaba en Independiente de Dorrego y me vieron de Sporting de Punta Alta. Yo no tenía intenciones de ser futbolista, no lo tenía en la cabeza, pero si quería darme un gusto tenía que trabajar. Entonces, vinieron del Sporting y me dijeron: "¿Querés ganar 700 pesos jugando al fútbol?". Eso más casa y comida. Ni lo dudé. Si yo trabajando ganaba 300, ¿cómo lo iba a rechazar, si encima era por jugar a la pelota?
23 ¿Y del Sporting a Independiente? Enfrentamos a Olimpo por la Liga del Sur. Olimpo estaba en el Nacional B pero no sé por qué no tuvo fecha y jugó contra nosotros. Nos ganó 6-1, pero yo metí el gol de mi equipo arrancando de mitad de cancha y eludiendo a varios. Terminó el partido y vinieron dos personas al vestuario. Eran veedores de Independiente y me propusieron hacer una prueba. Me vieron tres días y quedé.
24 Le hiciste un gol a Islas en una práctica y casi se arma, ¿no? Llevaba dos meses en el club, entré un rato para los suplentes y le hice un gol de 30 metros. Islas en ese momento era Dios, después fue al Mundial. Imaginate: hacía tres meses jugaba en la liga de un pueblito y de repente le metía un gol al arquero de la Selección. Lo grité mucho. Islas me cagó a pedos; pero después, con el Loco todo bien, nos hicimos muy amigos. No se bancaba los goles ni en las prácticas.
25 ¿Cómo fue vivir en la pensión? Divino. Estuve un año, con Mauro Laspada y otros chicos que no llegaron. Justo ahí nació Cristian, mi primer hijo, y el Rojo me dio una mano grande. El vivía con su madre en mi pueblo y el club me empezó a dar un viático para que pudiera viajar. Me ayudó, pero igual no alcanzaba.
26 Entonces... Entonces había que colarse en el tren. El viático daba para ir una vez por mes, pero nosotros le habíamos agarrado el gustito de ir todas las semanas. Teníamos que tomar el tren de Constitución a Bahía, y de ahí a dedo a Dorrego. Subíamos sin boleto y recién al llegar a Olavarría, que es mitad de camino, te iban despertando con la frase “Ahí viene el chancho”, y había que esconderse donde se pudiera. El baño era la típica, pero se ocupaba rápido. Más de una vez nos mandamos al techo. Con el tren parado, eh. Y cuando pasaba el chancho, nos volvíamos a meter. Un par de veces nos agarraron: tuvimos que hacer una vaquita con los viáticos que nos daban y se arreglaba el asunto.
27 ¿Por qué tenés un solo partido en la Primera del Rojo? Se lesionaron todos los delanteros, fui al banco, debuté; y enseguida volvieron todos. Ahí quedó. Fue algo muy lindo para mí.
28 ¿No te deprimiste al pasar de Independiente a El Porvenir? Bajé dos categorías de un salto. Es que veía que en el Rojo no iba a tener chances; no me echaron ni nada, pero preferí arriesgar e irme a El Porvenir. Ahí, en la Primera B metí 17 goles en 26 partidos. Volví al Rojo, la situación era similar y me volví a ir, esta vez a Los Andes. Jugué dos años, metí 32 goles y ascendimos al Nacional B. De ahí salté a Platense y pude arrancar en Primera con continuidad.
29 ¿Es verdad que en un Racing-Independiente te puteaban las dos hinchadas? No, los de Racing nunca me putearon. Una vez se fastidiaron porque andaba muy mal, pero no llegaron al insulto. Los de Independiente, sí. Hoy voy a la cancha de ellos y me putean, quizás también porque les metí varios goles.
30 ¿Se agranda un jugador, cuando la hinchada rival lo insulta? Se agranda cuando le empiezan a salir las cosas. Con Independiente, las veces que me putearon me fue bien.
31 Jugaste en el ascenso y en el exterior, ¿cuál es la cancha más jodida? La de Laferrere. De ahí sí que era difícil salir. Una vez fui con Los Andes, entrábamos al vestuario por un pasillito y escuchamos “Si hoy ganan, no salen”. Estaban todos los muchachos trepados. Te asustás un poquito, ¡cómo no!
32 ¿Qué significó Platense en tu vida? El club que me dio la posibilidad en serio de jugar en Primera división; si no me llevaba Platense habría seguido el Nacional B y mi carrera hubiese sido diferente. Platense me mostró. Es un club al que quiero mucho, y me da pena verlo donde está. Por las comodidades que tiene y por su ubicación geográfica, tendría que estar como mínimo peleando por ascender a Primera.
33 Contá la más loca del Loco Dalla Líbera ¡Un loco hermoso! Estábamos concentrados en el Hotel República, terminamos la cena y nos paramos en la vereda a charlar. Pasó un diariero en bicicleta, le robó la bici y se fue a dar vueltas al Obelisco. Los autos no lo mataron de casualidad.
34 Defendiste muchas camisetas, ¿cuál vio al mejor Fuertes y cuál padeció al peor? El mejor lo vio Colón: en el 2000, cuando fui goleador del campeonato, y actualmente, que me siento muy bien. El peor momento de mi carrera lo pasé en Racing.
35 ¿Cuál es el abc del goleador? La virtud del goleador es estar siempre parado en el lugar exacto. Y para eso es clave la confianza. Acá no importa si jugás bien o mal, tienen ventaja los que juegan bien, pero hay que estar ahí. La mayoría de mis goles no fueron lindos, sino de empujarla.
36 Si la cabeza en un futbolista es importante, en el goleador es tremenda, ¿no? Obvio que sí, en el goleador la cabeza pesa muchísimo. Y la tenés bien si te respalda el técnico, tus compañeros y la gente. A mí me ha pasado de tener rachas sin convertir, entonces llegás a tu casa y te preguntás qué está pasando, qué estás haciendo mal y se va formando la bola de nieve.
37 ¿Aprendiste cosas viendo a goleadores? Te fijás en los estilos. A mí me encantaba Funes, aunque lo vi poco; y el Tigre Gareca, al que tuve de compañero. Un grande. Y el Palomo Usuriaga. Nunca vi un jugador con tanta potencia como él.
38 ¿De afuera, a quién mirabas? En España me sorprendió Raúl: un jugador vivísimo. Y en Francia, Cissé.
39 ¿Quién es el mejor goleador actual? Ibrahimovic. El sueco es un monstruo: cabecea bien, le pega con las dos, tira tacos, rabonas, el repertorio completo.
40 ¿Seguís pensando que sos un jugador del montón? Sí, creo que todos tienen marcado su destino, y yo tuve la suerte de caer en el club justo, un club hecho para mí, Colón. Hoy me tienen como un ídolo; y sinceramente, no soy un exquisito.
41 ¿En Colón, sentiste por primera vez que te hacías un lugar en el fútbol? Puede ser, pero el comienzo fue bastante difícil, me han insultado un montón de veces, me costó ganarme el cariño de la gente. Fue un primer año complicado.
42  ¿Hubo algún partido en especial en el que hiciste el click con la gente? No, se dio porque soy de esos tipos que les ponen el pecho a las balas, que nunca bajan los brazos. Llegaba a mi casa, mi mujer me veía preocupado y le repetía: "Yo voy a salir de esta". Me tenía confianza.
43 ¿La Selección puede jugar con todos los chiquitos arriba? ¡¿Cómo no va a poder!? Tranquilamente. ¿O el Manchester no ganó la Champions con Tevez y Rooney? Igual, si me dan a elegir, pondría a Denis con el Kun o con Tevez, y con Messi más atrás.
44 ¿A quién querías como DT de la Selección? Yo estaba contento con Basile. Lo tuve en dos etapas y conozco su estilo y su forma de pensar. Después, Diego me parece bárbaro, por todo lo que nos dio.
45 ¿Que Diego no tenga experiencia como DT puede afectar? ¿Cuántos técnicos hay sin experiencia? ¿Vos pensabas que Cagna iba a hacer la campaña que hizo en su estreno? ¿O que Simeone, con 10 partidos en Racing, sacaría campeón a Estudiantes? Lo de la experiencia es secundario.
46 ¿Quién fue el defensor más difícil que enfrentaste? La Tota Fabbri y Samuel, una roca.
47 ¿Y el más mañoso? El Negro Céliz: se dejaba las uñas largas y te rasguñaba en la espalda cuando ibas a cabecear. Una vez me echaron por su culpa. Estaba tan caliente por los uñazos, que le pegué una patada para que me metieran preso. Me dieron menos fechas que si hubiera puteado.
48 ¿Había rivales a los que no soportabas? Cuando apareció Santiago Solari en River todos lo querían matar. Tenía compañeros defensores que me decían “Hoy lo mato a Solari”, entonces yo les seguía la corriente y decía “Yo también le voy a pegar”. Y no sé por qué. Después me contaron que el pibe era bárbaro, nada que ver.
49 El compañero más divertido. Adrián González, el de Banfield, un maestro el loco; porque además de contar chistes, todo el tiempo era mago.
50 ¿Es común que los defensores te quieran ganar de boquilla? Pasa, pero termina con el partido. Yo me caliento mucho, me peleo con todo el mundo, pero es fútbol. Esto es fútbol. Esa es la frase.
51 Ese andar chueco y bamboleante, ¿es por algo especial? No hubo accidente ni nada raro, siempre fui así (risas).
52 El choque más duro en un partido. En un Colón-River, me bajaron cuatro dientes. Llovía, nuestro arquero sacó largo, Leo Ramos me marcaba de espaldas, me quiso anticipar, se resbaló y con el envión de la pierna me dio con la rodilla en los dientes. Me cortó cuatro al ras pero terminé jugando el partido. Al otro día me operaron. Leo no la sacó barata tampoco: le dieron 15 puntos y estuvo un mes y medio sin jugar.
53 Los mejores amigos del fútbol. Héctor González, el Gallego, es un hermano. Lo conocí en Los Andes, y después jugó conmigo en Racing. También está el Loquito Adrián González, el Tanque Denis, el Chino Garcé.
54 ¿Del Coco Ameli eras amigo? Muy amigo, concentrábamos juntos en River. Desde que tuvo su problema, no hablé más, pero sé que está en el sur con unos emprendimientos inmobiliarios.
55 ¿Qué pensás de lo que le pasó? La sociedad, quieras o no, te idolatra o te mata. No sólo el mundo del fútbol, sino la sociedad. Después de ese problema con Tuzzio, fue un ex jugador. Es un tema muy delicado que nunca pude hablar con él. Está totalmente alejado del fútbol.
56 ¿Cómo es el Lens? Un club bien europeo, me hubiese quedado a vivir. Siento un gran cariño, mi hijo nació al lado del estadio. Ahí perdías 4-0 y tenías 100 personas esperando para pedirte un autógrafo. Nos pasó.
57 Fuiste a River y afirmaste que ibas a dar la vuelta olímpica, ¿por qué estabas tan seguro si nunca habías dado una? Esas cosas que uno siente. Yo pensé: si no doy una vuelta en River, ¿dónde la voy a dar? Yo me estaba volviendo de Europa para tener la posibilidad de ser campeón en el equipo del que era hincha. No me equivoqué: fue el único campeonato de primera que gané.
58 ¿Por qué duró tan poco? Estaba a préstamo y debía volver a Francia. Salió una chance de ir a Qatar, pasé 10 días en Madrid mientras se hacían las gestiones y en el interín River contrató a Salas, entonces por más que había rendido, con Salas no podía competir. Apareció Colón en el medio y ni lo dudé.
59 ¿Por qué te fuiste a Chile el año pasado si habías dicho que te retirabas en Colón? Cuando volví de la primera operación de ligamentos entraba poco y veía que con Falcioni no iba a tener posibilidades. No sé cómo llamarlo, si manoseo o qué, porque él siempre me ponía de ejemplo pero nunca jugaba. Una vez me preguntó si quería ir a un partido contra Boca como suplente, le contesté que sí, me tuvo calentando 45 minutos al costado y al final puso a tres pibes. Entonces me dije: “No estoy para renegar o pelearme con nadie”, justo me llamó el Chemo Del Solar para ir a Chile y me fui. Esas actitudes de Falcioni no me gustaban y tampoco que llamara a los jugadores por el apellido.
60 ¿No daba para hablarlo con él? Tampoco parecía que su ciclo fuera a durar demasiado. Quería que la gente se diera cuenta de lo que era. Como persona dejó mucho que desear en todos lados, lo hablé con muchachos de Banfield, Olimpo e Independiente; y como técnico le fue bien con Banfield y después, un desastre. Acá, en Colón, el peor porcentaje de puntos lo sacó él. Es el gran responsable de que estemos todavía penando con el promedio.
61 El mejor y el peor DT que tuviste. El peor, creo que ya está claro. Y buenos, tuve muchos. Te nombro a tres: Osvaldo Piazza, el Coco Basile y éste (señala a Mohamed) también es un monstruo.
62 ¿Qué tiene el Turco? Es uno más de nosotros, trata de la misma manera al más viejo y al más pibito. Eso no lo hacen todos. Además, es muy inteligente en lo futbolístico y sabe cambiar esquemas durante el partido.
63 A Basile se le critica su falta de laburo. Laburo, ehhhhhhh, el Coco no laburaba mucho, pero era un grande en otro sentido; un gran motivador, para mí era el número 1 en ese sentido.
64 ¿Estudiás a los arqueros? No a fondo, pero más o menos los conocés. Sabés si salen o no en los centros, si uno es más rebotero que los otros. Con los reboteros hay que estar siempre atento.
65 El mejor gol. El más lindo fue uno a Boca en La Bombonera en el 99. Era especial, porque en mi anterior visita a La Bombonera había errado un penal y metido un gol en contra. Vino el pelotazo, el Negro Ibarra pasó de largo, se la tiré por un costado a Bermúdez y le definí al Pato.
66 ¿Y los que más gritaste? Los de los clásicos: a Unión con la camiseta de Colón y a Boca con la de River.
67 ¿Por qué jugás con la “20”? Es mi número favorito, incluso desde antes de casarme un 20 de marzo. Lo pedí en Racing pero lo tenía Nacho González, después me lo dieron en Colón y lo mantuve.
68 Dame el podio de las tres camisetas más grosas que pediste. La número 1 es la del Diego, de un Boca-Racing. Segunda, la de Caniggia; nos tocó juntos un doping después de un 2-2 con Boca en cancha de Colón, nos pusimos a hablar y le dije: “Cani, ¿no me cambiás tu camiseta?”. Me la dio. Y la tercera es la de Michael Owen. Terminamos un Derby-Liverpool en cancha de ellos, nos saludamos, porque ahí es costumbre saludarse todos después del partido; le hice señas de camiseta y me la dio sin ningún problema. En total tendré unas 400 o 500 camisetas.
69 El futbolista que más te maravilló en una cancha. Maradona, lejísimo, una cosa es verlo afuera y otra desde adentro. Y eso que lo enfrenté ya en el final de su carrera. Uno que me sorprendió mucho fue D’Alessandro, fui su compañero en River justo cuando explotaba. Grandes condiciones.
70 ¿Liga inglesa, francesa o española? La inglesa es rapidísima y prevalece mucho lo físico; la española es un fútbol más lindo y la francesa es una mezcla de ambas. A mí me gustó mucho la inglesa.
71 ¿En Santa Fe podés caminar tranquilo por la calle? Hay veces que sí y otras que no. Si vas a lugares pobres, muy populares, no podés caminar, porque está lleno de colonistas. Si vas al centro de la ciudad es más tranquilo. Igual, nunca tuve un incidente con un hincha de Unión, jamás, quizás porque siempre los respeté.
72 ¿Alguna vez pasaste más vergüenza que cuando fuiste a almorzar con Mirtha Legrand? Fue tremendo, estaba más nervioso que en un clásico. Me llamaron tantas veces que al final les dije que iba, pero sólo al living, no a almorzar. Apenas llegué al estudio me empezaron a apurar: “Dale que la señora te está esperando”. ¡Qué raro!, pensaba, ¿ya está el living? Entré, y lo primero que vi fue la mesa llena y un lugarcito que decía Fuertes. Ya estaba jugado, pero al final no fue tan grave, la señora estuvo muy bien.
73 ¿Qué se siente ser el primer centrodelantero argentino en el fútbol inglés? Está bueno eso, por lo menos tengo un récord ahí, ya que jugué tan poco y la historia terminó mal. En mi primer partido como titular le metí un gol al Everton y la gente me ovacionó.
74 ¿Qué recordás del día en que te deportaron? Volvíamos de una pretemporada en Portugal con el Derby y me pararon en el aeropuerto de Heathrow, en Londres. Decían que tenía un pasaporte falso, que no podía entrar al país y que debía volver a la Argentina. Como el club se había mandado el moco se hicieron cargo ellos y en tres horas estaba volando de regreso a mi país. No pude ni pasar por el hotel a buscar las cosas, pero el club se encargó de todo.
75 ¿Te tuvieron detenido en el aeropuerto? Yo estaba con mi esposa, porque a las pretemporadas podías ir con tu esposa, y me metieron en un cuarto. Me interrogaron, me preguntaron cómo había obtenido ese pasaporte, yo les contesté la verdad, y listo. Fue un momento de mierda el que nos hicieron pasar. En esa época habían empezado a aparecer varios casos de pasaportes falsos, por eso controlaban tanto.
76 ¿El pasaporte era trucho, entonces? Sí. Yo les había dicho a los del club que no era comunitario ni tenía posibilidad de serlo; que además no tenía los partidos requeridos en la Selección pero ellos me dieron un pasaporte y me dijeron: “Vos usás esto que no vas a tener problema, quedate tranquilo”. A Inglaterra yo había entrado con pasaporte argentino pero después, del club me dieron uno trucho, ni sé cómo ni dónde lo hicieron. No me arrepiento, para mí era la tentación de jugar en la liga inglesa, era un sueño.
77 ¿No sentís que todo te costó demasiado en tu carrera? Es verdad: todo me costó el doble, pero nunca pensé por qué y le di para adelante. En el fondo, hoy me siento un privilegiado de hacer lo que me gusta y que me paguen por jugar al fútbol.
78 ¿Por qué te lesionaste tanto en los últimos años? Las cosas increíbles que tienen la vida y el fútbol. Los últimos tres años fueron durísimos: me rompí los ligamentos de las dos piernas y tuve un accidente de auto en el que casi me mato.
79 ¿Cómo fue el accidente? Viajaba en mi camioneta con unos amigos a Misiones. Manejaba yo por un camino que no conocía, estaba oscuro, llovía, iba rápido y de golpe nos encontramos con una rueda de camión en el medio de la ruta. La quisimos esquivar y la camioneta empezó a hacer trompos hasta que nos dimos de costado contra un puente. Me rompí el codo y me corté el tríceps, pero la saqué muy barata, me podría haber matado tranquilamente. La camioneta terminó con destrucción total. Mis amigos no sufrieron ni un golpe.
80 ¿Qué cosas dijiste para que una vez te dieran 8 fechas por la cabeza? Era un partido contra Huracán de Tres Arroyos, en Mar del Plata. Un plateista se pasó todo el partido puteándome, porque Tres Arroyos está pegado a Dorrego y viste cómo es la pica entre los pueblos, ¿no? Lo cierto es que yo le iba respondiendo. Rattalino era el juez de línea de ese lado y en un momento me llama el Flaco Maglio, que era el árbitro, y me comenta: “Te voy a tener que echar, Rattalino me dijo que le estás haciendo señas”. Mirá: ojalá se pudieran ver las imágenes de ese partido. Yo le respondí: “Me estoy peleando con un plateista de Tres Arroyos”. No hubo caso.
81 ¿Y por eso te dieron ocho fechas? No, ahí me saqué. Yo sabía que Rattalino era un soberbio de mierda, si le había hecho lo mismo a Palermo una vez. Entonces, fui al vestuario y le dije de todo. Creo que se quedaron cortos con las ocho fechas. Decí que me sacó el presidente de Colón, si no me suspenden por un año. ¿Te conté que me saco con facilidad en la cancha, no?
82 Ahora estás más tranquilo, ¿no? Sí, mi vida cambió totalmente.
83 ¿Con Pellegrini mantenés el contacto? Hablamos seguido, a principios de año lo llamé para saludarlo. Manuel es un señor, conocí a su familia cuando jugué en Chile, todos hablan bien de él. Tenemos una muy linda relación desde la época de River, tanto con él como con el Flaco Cousillas.
84 ¿Alguna anécdota en particular? A mí siempre me gusta estar hinchando las bolas, cargando, y se reían bastante conmigo. En el plantel jugábamos un torneo de Fútbol 5 todos los sábados en la concentración y al final del torneo el cuerpo técnico entregaba los premios. Como yo no había ganado nada, ellos dijeron: “Ahora le vamos a dar un premio especial a Bichi”. Entonces armaron un cartel con ese eslogan de “Eternamente Enzo”, por Francescoli, pero lo cambiaron y pusieron “Eternamente denso”.
85 ¿Qué sentiste la última vez que te rompiste los cruzados? Me di cuenta enseguida al escuchar el ruido, porque fue el mismo que la vez anterior, sólo que en la otra rodilla. Fue una jugada tonta: salté a cabecear, giré y se me quedó la rodilla trabada en el pasto.
86 ¿Por qué volviste a Colón esta última vez? Yo me fui a Chile por Falcioni, a préstamo sin cargo y sin opción. Encima, cuando me rompí los ligamentos, La Católica no se hizo cargo de la operación. Como decían que estaba a préstamo, le pasaron el fardo a Colón. Me jodió el hecho de que no quisieran hacerse cargo, me molestó mucho, entonces me volví, más allá de que siempre tuve la idea de retirarme en Colón.
87 ¿Hasta cuándo vas a jugar? Hasta que me sienta bien y con ganas. En principio este Apertura, el Clausura 09 y un añito más. Es lo que me gustaría, hasta el Mundial 2010.
88 ¿Ahora ya es definitivo: te retirás en Colón, no? Sí, salvo que vuelva Falcioni.
89 ¿Tenés idea del futuro? Quisiera seguir vinculado al fútbol, no sé bien en qué. Ser técnico no es algo que me quite el sueño ni mucho menos, es bastante ingrato; puede ser manager deportivo, no sé, todavía no lo tengo claro.
90 Si sos técnico, ¿ya tenés equipo de trabajo? Con Héctor González trabajaré seguro. Sabe un montón de fútbol y es mi gran amigo.
91 ¿Cuál es tu máximo orgullo como futbolista? Y... ser el goleador histórico de un club no se consigue todos los días. Y hoy tengo esa posibilidad en Colón.
92 ¿Qué le falta a Colón para pasar de eterno candidato en el arranque a campeón real? Demostrarlo, tan simple y sencillo como eso. Hablar menos y ganar, como lo hicieron los demás equipos; como lo hizo Lanús el año pasado y Newell’s en 2004, o Estudiantes o ahora Tigre. Si lo hicieron ellos, ¿por qué no lo puede hacer Colón?
93 ¿Llegás? Me encantaría poder cumplirlo siendo jugador, es lo único que me falta con Colón. Pero no hay que hablar más. Hay que ganar y listo.
94 ¿No es muy poco un solo campeonato para tantos clubes y tantos goles en tu carrera? En realidad fueron dos: un campeonato con River y un ascenso con Los Andes. Sí, es poco, pero el fútbol quiso que fuese así.
95 ¿Te quedó alguna espina en tu carrera? Y, sí, la Selección. Me hubiese gustado jugar aunque sea una vez, o ser convocado a un entrenamiento, o al menos entrar al predio para hacer el asado. Reconozco que en el 2000, cuando fui goleador del torneo, estaban Batistuta que metía 50 goles por año, Crespo que metía 45, el Piojo que metía 40, Cruz, Orteguita. Muy difícil.
96 ¿Nunca llegaste a ilusionarte? Una vez, en el año 2000, lo llamaron a Piazza del cuerpo técnico de la Selección para avisarme que estuviera atento para un partido con Perú, que si no podía viajar Cruz iba yo. Fue algo muy lindo, me sentí orgulloso. ¿Cómo Cruz no perdió el vuelo? (risas).
97 ¿Muchas veces tuviste que resignar plata para que se hiciera un pase? Varias.
98 ¿Te parece bien? Mirá, no tenés muchas opciones. Si viene un club de afuera y te dice “Te queremos comprar, te firmamos un contrato de 5 años pero no pagamos el 15%”, ¿te vas a poner en duro, con la posibilidad de que se caiga el pase? No. A la larga tenés que resignar algo, igual hacés las cuentas y te da bien.
99 ¿También pasa que los dirigentes del club donde jugás te piden que dejes la deuda que tienen con vos? Sí, me ha pasado, en Colón me ha pasado: te vendemos pero esto queda acá.
100 ¿Y esa plata para quién queda? Habría que preguntarles a los viejos dirigentes. Yo creo que desaparece. Un 15% del pase, por ejemplo, no queda registrado en el club, porque supuestamente se lo lleva el jugador, entonces es plata que se pierde en el camino, andá a saber dónde está ahora. Así están los clubes hoy.

Por Diego Borinsky