Qué fantástico este Pocho

Ahí avanza, tímido, Ezequiel Lavezzi, el Pocho, por el pasillo que lo conduce hacia la bienvenida de la diva italiana Rafaella Carrá. De fondo suena una canción que dice “Forza Napoli”, mientras la gente aplaude su llegada. Lejos de la camiseta celeste que alguna vez supo defender Diego Maradona, el rosarino lleva unos jeans y una camisa con un saco. Se nota que no se mueve como pez en el agua, o como goleador en el área, pero igual le sobra gracia para sobrellevar la situación.
“Piu meno”, contesta cuando la conductora le pregunta si habla bien italiano. La invitación se debe a que el programa se encarga de cumplir los sueños de la gente, al estilo el Sorpresa y media de Julián Weich, y una chica napolitana quería conocerlo a él. Quizás Lavezzi jamás imaginó semejante adoración y demostración de cariño. La chica, contentísima, estuvo en el entrenamiento del equipo y hasta se dio el gusto de atajarle un penal a su ídolo(todo un caballero).
“Este es uno de los días más nerviosos de mi vida”, aseguró el delantero entre risitas que denotaban su estado y un italiano que parecía reproducido por un casette. Ahí Rafaella se apiadó de él y lo abrazó como a un chico que acaba de cometer una linda travesura. Además, hubo tiempo para el show: cuando pusieron una canción de la italiana sobre su Santa Fe natal, el Pocho regaló unos pasitos dignos de su homónimo, la Pantera.
Llegó el tiempo de referirse a lo futbolístico y no se atrevió a corregir a la diva cuando ella informó que él antes jugaba en “Boca Juniors”. Tan sólo sonrió y la dejó pasar. Después recurrió al manual de declaraciones del futbolista y a cada oración le agregó un “la verità” (verdad) adelante. El Pocho aseguró que “es muy lindo tenerlo a Maradona como entrenador”, y que en Napoli “la gente es muy afectuosa”, además de confirmar que firmó contrato con el club hasta 2013. Por último, avisó que el objetivo “es clasificar a la Champions, como quiere la gente”.
Esta invitación se dio apenas unos días después de un hecho especial en la carrera de Lavezzi: el 5 se enfrentó en un amistoso con un equipo de la Serie C. ¿Qué tuvo de importante? El rosarino lució en su espalda la camiseta número diez que había sido retirada en 1991 tras la ida del actual entrenador de la Selección Argentina. Los hinchas decidieron que sea él quien la reestrene, e iniciaron una cadena a través de Facebook y después juntaron 8 mil firmas en el estadio San Paolo.
A fin de cuentas, a pesar de la derrota del equipo en el amistoso, el Pocho se dio un gusto grandísimo, aunque fuera una excepción. Igualmente seguirá usando la 7, con la que hace delirar a los tifosi del Napoli, la que le regaló firmada a esa fanática italiana que soñaba con conocerlo. El que vive un sueño es el propio Lavezzi.



Iván Sandler