¡Habla memoria!

El uno por uno de la final

Gran partido de Ibarra, Battaglia y Ardente. Bien por Blengio, Lazzaro y Morel Rodríguez. Ay García...

Por Redacción EG ·

24 de diciembre de 2008
BOCA
Javier García (3). Volvió a comerse un gol clave. Se lo vio derrotado anímicamente en casi todas las jugadas. Atajó un tiro de Morel en el primer tiempo. Además atajó en inferioridad física, lo que lo obligó al cambio.
Ibarra (8). El que mejor entendió el ritmo que tenía que tener Boca durante el partido. Supo cuándo acelerar y también cuándo frenarse. Intervino en no menos de 10 jugadas con una tranquilidad y categoría pasmosas. En el ST hizo una apilada sensacional.
Roncaglia (7). Muy buen primer tiempo, aunque lo amonestaron por un foul a Morel. En ese lapso hizo un quite sensacional en una jugada con destino de gol. En el segundo, aguantó sin fallas.
Cáceres (6). Jugó como se juegan las finales. Dejó algo de lado las salidas de categoría y estuvo más expeditivo que de costumbre. Ganó mucho de arriba, aunque Lazzaro al final lo complicó.
Morel Rodríguez (7). Acalambrado y todo, dejó todo en cada pelota y propició una buena sociedad con Dátolo primero y con Chávez después.
Cristian Chávez (6). Mucha movilidad y facilidad para sacarse hombres de encima, le puso frescura a los ataques, aunque le costó mucho volver a la misma velocidad con la que iba. Se ordenó mejor en el ST. Tres remates muy desviados y una buena asistencia para Gracián.
Sebastián Battaglia (8). Otra vez figura, se comió el medio esta vez sin Vargas como lugarteniente. Empezó con dos faltas pero luego volvió al quite limpio que lo caracteriza. Contuvo el malón de Tigre en el final.
Jesús Dátolo (5). Estuvo muy activo en la gestación del juego veloz pero poco atento al regreso. Inexplicable el gol que desperdició en una contra, cuando adelantó demasiado la pelota. Salió lesionado.
Leandro Gracián (6). Tuvo apariciones electrizantes de toque corto y triangulaciones rápidas, mezcladas por algunos períodos donde “laguneó”. Manejó bien los ataques del equipo pero sin hacerse cargo del ritmo que Boca necesitaba.
Lucas Viatri (4). En la primera media hora había ganado 5 veces de arriba en pelotas divididas, pero jamás pudo hacerlo en el área. Rebotó muchas pelotas mal y fue el principal gestor de los contraataques veloces de Tigre.
Luciano Figueroa (5). Corrió mucho y dio más sensación de peligro que el que realmente generó. La única que tuvo mano a mano, se la tapó Ardente. Reemplazado por Palacio.
Josué Ayala (6). Le tocó debutar en Primera en uno de los momentos más crítico de la última década de Boca. Tres intervenciones seguras y un campeonato en el bolsillo.
Alvaro González (6). Le dio otra dinámica al medio, con algo más de tranquilidad, y posibilitó que Ibarra tuviera todavía más libertad para subir. Erró muy pocos pases.
Rodrigo Palacio (5). Entró decidido a bajar el ritmo del partido, para conveniencia de Boca. Generó varias faltas, pero terminó haciéndose echar.
TIGRE
Ardente (8). Un debut para el recuerdo. Tapada a Figueroa abajo. Intervención providencial contra Dátolo. Buena atorada a Viatri. Otra con seguridad al primer palo de Palacio. Y atajadón ante Alvaro González, en una pelota que se desvió. Mucha seguridad en los cortes y gran concentración.
Jerez (4). Desbordado permanentemente por Dátolo primero y por Chávez después. Su mejor arma fueron los laterales.
Paparatto (6). Más seguro de arriba que de abajo, borró a Viatri.
Blengio (7). Jugó a lo campeón, con un timing supremo y con varios despejes providenciales. Un capitán e hincha que terminó llorando, pero con honor.
Arruabarrena (5). No aportó en ataque pero estuvo bien seguro en defensa, varias veces cerrando sobre el centro.
Rosano (6). Por su sector nacieron la mayoría de los ataques de Tigre en el primer tiempo.
Blanco (5). Arrancó bien y terminó algo perdido, a medida que el equipo se iba desarmando buscando el ataque. Perdió el duelo con Battaglia.
Morel (4). Otro partido en el que volvió a fallar en la conducción. Tuvo un sólo remate al arco claro, tapado por García. Lo amonestaron por una falta fuerte.
Matías Giménez (6). No pudo desbordar demasiado por izquierda ni aprovechar las subidas de Ibarra, pero complicó con diagonales. Recibió varias faltas. De sus pies nació el centro para el gol de la victoria.
Luna (5). Al igual que Figueroa en Boca, dio más sensación de peligro que el que efectivamente generó. Se lo vio muy movedizo pero también muy protestón. Perdió contra los centrales.
Lazzaro (7). Se puso el equipo al hombro, marcó el gol de la victoria y empujó con mucha dinámica. En el segundo tiempo ganó casi todas las divididas, sobre todo de arriba.