Las Entrevistas de El Gráfico

“Los chicos no deben contaminarse”

Cumplió veinte años de carrera ejemplar y ya se imagina como asesor de clubes de Francia, donde fue figura. Vivió mil experiencias y las repasa en esta entrevista, en la que también hace votos para que los pibes que recién empiezan no pierdan la esencia y la pasión por el juego.

Por Diego Borinsky ·

10 de diciembre de 2008

Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de julio de 2004

1 ¿A Castrilli lo ves capacitado para ser pieza clave en el tema seguridad? Y… yo con Castrilli me llevaba muy mal. El me decía que no me soportaba y yo le decía que no lo soportaba a él. Para ser árbitro necesitás a la psicología como herramienta y no sé si él la manejaba bien.
2 Vos estuviste en el Vélez 5-Boca 1 dirigido por él, que terminó en escándalo. Si ese día no hubo muertos, fue porque los jugadores de Boca paramos a la gente después de los errores que él cometió. Tendría que agradecerles eternamente a esos jugadores. Pero no tengo elementos para juzgarlo en su función actual. Sólo lo conozco como árbitro.
3 ¿Qué opinás de la Selección? Tiene una buena fisonomía, pero la verdad del fútbol pasa por el momento de los jugadores. Hoy hay algunos que no rinden como en la eliminatoria pasada o que ni siquiera juegan seguido en sus clubes. Falta aprovechar a los que están en su mejor momento. En la práctica, la Selección no tiene entrenador, sino un seleccionador. Es decir: un técnico que selecciona jugadores que luego no podrá entrenar por falta de tiempo. Entonces debe seleccionar a los que estén mejor. Diferente sería si hubiera un mes para preparar un torneo. Ahí puede ensayar lo que pretende. Pero en las eliminatorias es imposible.
4 ¿Advertís errores en las convocatorias? El razonamiento es equivocado. Cuando no hay tiempo para trabajar, prefiero que se apunte al momento de los jugadores. Y acá se prioriza otra cosa. “Como no tengo tiempo para entrenar, llamo a los que ya conozco”. Y no importa si andan bien o mal.
5 ¿Está bien que le hayan renovado a Bielsa? Sí. Me pareció el primer gran acto de coherencia del fútbol argentino. Más allá de no conseguir el resultado, evaluaron que trabajó muy bien. Es la primera vez que se premia el trabajo y no el resultado.
6 ¿Quién era tu ídolo de pibe? En el deporte, Guillermo Vilas. Demostró que se puede llegar a lo más alto agregándole esfuerzo al talento. En el fútbol, Maradona. Y en mi puesto admiré la personalidad de Passarella y la calidad de Olguín.
7 ¿Cómo fue tu infancia? Normal. Un chico de clase media que podía llegar del colegio, tirar los útiles y salir a jugar a la pelota por el barrio. No existían los peligros de ahora.
8 El mejor jugador del mundo. Zidane y Henry, que me gusta más que Ronaldo, ya que juega igual los 90 minutos. Ronaldo define en dos ráfagas, pero es discontinuo. Y como tiene más prensa…
9 ¿Los representantes son un mal necesario? Hay de todo: buenos y malos. En Francia los jugadores me decían –y yo coincidía– que hoy el futbolista necesita un representante, un asesor financiero y un abogado. Lo exige el fútbol como fenómeno comercial. Si hubiera tenido representante, hubiera ganado algo más de dinero. Pero no me gustaba que tocaran mi plata.
10 ¿Vas a ser entrenador? Empecé el curso, quiero estar preparado. Pero no es mi gran objetivo.
11 ¿Se viene el manager? Quedé en buenas relaciones con el Nantes y estoy trabajando en ese sentido. Me gustaría llevar adelante una asesoría sobre jugadores sudamericanos. Un tipo de consulta permanente. Ahora no tengo contrato, pero me consultaron varias veces. Del Guingamp me pidieron referencias sobre Fuentes antes de llevarlo.
12 ¿En qué quedaron tus estudios de ciencias económicas? En primer año. A los 17 pasé a Racing, enseguida a la Selección… Vinieron concentraciones, viajes… Imposible seguir: el fútbol se transformó en una responsabilidad muy grande.
13 ¿Trabajaste de otra cosa? Un verano laburé con mi papá para comprarme pilcha y salir. Le sacaba las rebabas a unas mechas. Mis viejos siempre hicieron el esfuerzo para comprarme el botín, incluso en la época en que la industria se cayó. Por suerte, a los 16 años, ya cobré mi sueldo en All Boys y me mantuve solo.
14 ¿Qué es más importante en tu puesto: ser veloz o entender el juego? Las dos cosas, pero al leer el juego tenés una ventaja sobre el jugador veloz. De mí decían que era lento, pero en la Selección a veces lo pasaba a Caniggia. Anticipaba la jugada o estaba dos segundos antes de que él pensara su movimiento. Mi velocidad mental compensaba cualquier lentitud física. No podría haber jugado 5 años a un nivel top sin tener condiciones. En Francia hay africanos más rápidos que Cani.
15 El lugar más exótico que conociste gracias al fútbol. La Muralla China, en una gira con Boca. No podés creer que el hombre haya hecho eso. Es grandísima, interminable. Por algo se ve desde la Luna. 16 ¿Te bancás el rótulo de “caudillo”? Prefiero la palabra referente por lo que contagio. Caudillo se decía hace 30 años, hoy son líderes positivos.
17 ¿Y los líderes negativos? No existen. Son un invento de la dirigencia para difamar a los que van a pelear por los compañeros. Si yo no peleara adentro de la cancha, no podría hacerlo afuera. Siempre con respeto y buscando el equilibrio. No me gusta robar ni que me roben. Quiero lo justo.
18 La cancha más densa en la que jugaste. El Mineirao de Belo Horizonte, en la final de la Supercopa 88. Por la gente y por el pasto altísimo.
19 ¿Qué recordás de esa noche? Todo. Era un plantel muy bueno y entró en la historia dándole un título a Racing después de tantas frustraciones.
20 El delantero que te pintó la cara. Careca, del Cruzeiro, en la final de ida de la Supercopa. No lo pude controlar. Y otro que siempre nos convertía, aunque la tocara muy poco, era Batistuta.
21 ¿Y el crack que no pudo con Fabbri? Algunas veces –no todas– me fue bien con Francescoli.
22 Contame la noche después de perder 1-0 con Camerún en el debut de Italia 90. Yo me quería matar. Era el jugador más joven del Mundial, había llegado con una ilusión tremenda. Perdimos sin merecerlo y después vino lo peor, ya que no jugué más. No me sentí responsable de esa derrota. El equipo tenía lesionados, venía a los tumbos. Y nos tocó pagar el pato a los más jóvenes.
23 ¿Cuál fue tu reacción con Bilardo después de la borrada? Quería agarrarlo del cogote. Además de la ilusión, había mucha gente mirándome para ir al fútbol europeo, se jugaba mi futuro… Aclaré cosas cuando nos reencontramos en Boca. Sus explicaciones no me llenaron. Sigo pensando que fue injusto, pero mantuve el perfil bajo por respeto al grupo y al compañero que entró en mi lugar.
24 ¿Con qué sensación te volviste? Rara. Por un lado, la gratificación de haber participado en un Mundial, la aspiración máxima de un futbolista. Y por el otro, la frustración de haber jugado un solo partido, pese a la hazaña de llegar a la final.
25 Definime tu paso por Francia. Ir a Nantes fue un desafío. Quería triunfar en Europa. Y lo pude concretar ganando cinco títulos, obteniendo reconocimientos importantes. No quiero pecar de vanidoso, pero el que estuvo en Nantes-Guingamp, jugando yo para el Guingamp, se podría dar cuenta de lo que Fabbri significó para el Nantes. La ovación fue conmovedora, llenaron la cancha de banderas, las dos hinchadas corearon mi nombre. Fue la síntesis de lo que hice y lo que dejé. Cuando llegué, los jugadores estaban contentos porque sólo habíamos perdidos 2-0 contra Marsella. Hubo que trabajar mucho para cambiar la mentalidad. Después querían ganar hasta los partidos de tenis-fútbol. Modestamente, contribuí para ese cambio.
26 ¿Acá no se te valora tanto? No necesito que se me valore. Juego por pasión y para ganar. A mí me importa más que el equipo gane, y yo juegue mal, a que el equipo pierda, y yo la rompa.
27 ¿Cómo fue la etapa del Guingamp? Hicimos la mejor campaña de la historia del club. Terminamos quintos, a un paso de la Champions, y salieron jugadores como Drogba, hoy en Marsella.
28 Si te iba tan bien allá, ¿por qué volviste? Por cuestiones familiares. Me habían ofrecido dos años más de contrato. Destaco la cuestión personal, que no voy a contar en detalle, pero que al regresar a la Argentina me trajo un gran beneficio. No podíamos tener un segundo hijo y sí pudimos cuando volvimos a estar con nuestra gente.
29 ¿Cuando eras un pibe, Fillol te llevaba a las reuniones por los premios en Racing? “Vos sentate, escuchá y aprendé”, me decía. Ibamos a comer con él y Colombatti, y sus consejos me marcaron. Yo tenía 17 años… Me crié con esa generación, que anteponía el grupo al individualismo. Siempre digo que el fútbol me educó. Y esos principios me sirvieron para la vida.
30 ¿Asumiste ese rol en Francia, pese al idioma? A los seis meses. Cuando vos tenés voluntad, movés una montaña. Aprendí el idioma de la calle, no el del colegio. Y con esas armas elementales me hice entender. Llegué al Nantes con 30 años, mientras el promedio del grupo era de 22. Pero yo iba primero en la fila, no faltaba a ningún entrenamiento. Los franceses son fríos si vos te creés más que los demás. Si trabajás como cualquiera, te respetan y te adoptan como un francés más.
31 ¿Qué asignatura pendiente te quedó en la Selección? Y… yo estaba para ir al Mundial 98, pero los técnicos tienen sus preferencias, y Passarella optó por otros jugadores.
32 ¿Para USA 94 te jugó en contra estar en un club chico como Lanús? No, si en Lanús anduve bárbaro. Fue mi despegue para que me comprara Boca. Otra vez pesó el gusto del entrenador.
33 Confirmame esta versión: el Pato Míguez, tu cuñado, te presentó a tu señora. En la primera salida no hablaron, pero la repitieron por cábala, porque Racing había ganado. Y la cábala terminó en casamiento. Nosotros dijimos que era de cábala para no admitir que yo estaba metido. En la primera salida no hubo diálogo de parte de ella, pero se quedó mal porque no le dí mi teléfono.
34 Le hiciste un indiferente. Nooo... No se lo dí porque lo tenía el Pato. Y bueno, ya van once años de casados, dos hijos…
35 ¿Alguna vez te apretaron los barras bravas? En el 87, en Racing, tuvimos que salir a pelear después de un partido. Nos vinieron a buscar a puro insulto, dejamos los bolsos y pintaron las piñas.
36 ¿Por qué te pusieron “el presidente” en Nantes? Cuando llegué, el club estaba sin presidente. Anduve bien, los hinchas se encariñaron y me bautizaron así. Colgaban banderas y todo.
37 ¿Qué quedó de aquel delantero goleador en las inferiores de All Boys? Qué época… Como era grandote, y con una técnica aceptable, jugué en varias posiciones, sobre todo de volante por izquierda, puesto en que debuté en Primera, el 30 de junio de 1984, contra Chicago. Pero es verdad: en Octava fui centrodelantero y terminé goleador.
38 ¿Quién te pone de central? Pipo Rossi.
39 ¿Hay diferencias entre el fútbol que se jugaba cuando debutaste y el de hoy? Sí. Incluso con la manera de jugar del 98, cuando me fui a Francia. El fútbol argentino es más rápido que antes. Muchos jugadores volvieron de Europa con ese ritmo y lo sostuvieron.
40 ¿Lloraste por el fútbol? Sí, luego de un partido que perdimos 4-1 con Italiano, en All Boys. No clasificamos para la Liguilla, y lloré.
41 El mejor equipo que viste. El Barcelona de Cruyff y Argentina 86.
42 ¿Cuál es la principal virtud de Menotti, cuál la de Bilardo y qué tienen en común? Tienen un objetivo común, que es la victoria, aunque llegando por caminos diferentes. La principal virtud de Menotti es ser un gran motivador, transmitir que el fútbol no es vida o muerte, que tenés que estar bien de la cabeza para rendir. Yo concuerdo: cuando mejor estás mentalmente, mejor rendís, y no cuando estás mejor físicamente. Bilardo es un obsesivo en el buen sentido, aunque no delega responsabilidades, hace pasar todo por él.
43 ¿Qué les objetarías? Que ninguno intentó cambiar. Los cambios, por más que sean pequeños, sirven para crecer. A nadie le van a faltar principios por cambiar algo según la evolución de las cosas.
44 Tu mayor polvo en el fútbol. Meterle a River el gol que sirvió para eliminarlos de la Supercopa 88 y avanzar hacia el título. Y el homenaje que me hicieron en Nantes-Guingamp.
45 ¿Por qué te pusieron La Tota? Por el programa del Gordo Porcel y Jorge Luz, con el sketch de La Tota y La Porota. Yo me concentraba con Carrizo, y nos bautizaron. Yo ligué La Tota y él, La Porota.
46 ¿Qué te quitó el fútbol? Tener una adolescencia normal. Y tiempo para la familia. Pero es como toda profesión: si la amás, da más de lo que te quita.
47 ¿Nunca te agarraste a trompadas con un compañero? A trompadas, no. Pero tuve cruces fuertes e insultos. Nada grave.
48 Tu receta para marcar a Ronaldo. Impedirle que se dé vuelta. Y si lo consigue, no comerse los amagues. No mirar la pelota, sino el cuerpo.
49 ¿Qué sensación te quedó tras pasar por Boca, con compañeros como Caniggia, Maradona, Verón o Kily González, y no haber conseguido un título? Cosas del destino. Estoy convencido de que jugué en el Boca más vistoso de los últimos años, aquel de Navarro Montoya, Solano, Mac Allister, Gamboa, Carrizo, el Kily, Verón, Caniggia, Maradona, Tchami, Márcico… No salimos campeones porque nos cruzamos con un River bárbaro al que le salían todas, como después le salieron todas al Boca de Bianchi. Y cometimos pequeños errores, imperdonables si querés ser campeón. Nosotros fuimos subcampeones con 44 puntos, mientras que Boca ganó el Apertura pasado con 39…
50 ¿Se confiaron? Porque amagaron para campeones con Marzolini, Veira y Bilardo. Nos faltó el punch final. Si hacés 44 puntos y no salís campeón, quedate tranquilo: hiciste las cosas bien. Faltó suerte y nos complicaron viajes como el de China, que eran para pagar los refuerzos. Igual, la responsabilidad mayor fue de los jugadores.
51 ¿Alguna vez te pelotearon tanto como Brasil a Argentina en Italia 90? No. Increíble la fortuna que tuvimos ese día. Hubo 45 minutos terribles. Al final se calmaron, dijeron “hoy no podemos ganar”.
52 Una anécdota vinculada a Maradona. Cada minuto que estuve con él es inolvidable. Me quedo con el partido que le ganamos 1-0 a Alemania, en cancha de Vélez, en 1987. Ese día debuté en la Selección mayor y me dí el lujo de jugar con Diego.
53 ¿Con Angel Cappa te peleaste porque no te dejó volver a Racing? No. No me consta que él me haya cerrado la puerta. Hubo un acercamiento cuando mi idea era terminar la carrera en Racing. Se conversó, se dilataron las respuestas y dí por finalizada la negociación. Con Cappa ni hablé.
54 La principal enseñanza de tus padres. Todo. La educación no se define en un solo consejo. Me dieron tantas cosas, que me fui formando. Cuando vos hacés un edificio y la base es sólida, lo de arriba seguro que viene bien.
55 Una cábala. No tengo. Tuve en All Boys, pero enseguida me liberé de esa dependencia.
56 La derrota que más te dolió. Aquel 1-4 con Italiano y el 0-1 con Camerún, en Italia 90.
57 ¿Qué porcentaje de influencia tienen los técnicos? Un 30%. Gran injerencia en la semana, no tanto el día del partido.
58 ¿Qué onda con la psicología? Nunca fui al psicólogo. Mis problemas los resolví sin asistencia. Quizá porque siempre veo la mitad del vaso lleno.
59 El mayor tesoro futbolero que tengas guardado. Dos. El Olimpia de Plata, que gané en 1987, y el premio que me dio la revista France Football por ser el mejor jugador de la temporada 1998/99.
60 ¿La incentivación debe blanquearse? No sé. Hay una gran diferencia entre la incentivación e ir para atrás, que sí es condenable. Yo incentivo a mi hija dándole un premio si saca buenas notas, aunque no compita con un rival. Eso está bien, no perjudico a la nena que está al lado haciendo las mismas cuentas. Pasado al fútbol, se incentiva para que el jugador haga lo que debe hacer: ganar.
61 Te tiro nombres y decime lo que se te venga a la cabeza: Pipo Rossi. Mi padre futbolístico.
62 Daniel Passarella. Un ídolo en su puesto.
63 Coco Basile. El primer consejero en el fútbol grande. Tuve suerte: me tocaron varios técnicos que habían jugado en mi puesto. Aprendí mucho.
64 El Profe Echevarría. El mejor... (se emociona). Un tipo que era uno más de nosotros. Un consejero, un padre, un amigo. Y cuando había que trabajar, lo hacía como nadie. Un monstruo de persona.
65 Juan Destéfano. Un dirigente al que Racing necesitaba, pese a los encontronazos que tuvimos.
66 Mauricio Macri. Al principio me pareció un soberbio. Pero el tiempo le dio la razón. Su proyecto era acertado. Yo agarré la etapa en la que Macri estaba aprendiendo. Costó aceitar la relación entre dirigentes, cuerpo técnico y jugadores. Pero ojo: no había tantos roces como se decía.
67 Cuando te fuiste de Boca quedó la sensación de que a vos y a otros muchachos –el Mono, Carrizo, Mac Allister– los limpiaron porque “molestaban” a los dirigentes. Yo tenía un año más de contrato. El que se quiso ir fui yo. Conseguí el pasaporte italiano y quería jugar en un lugar más tranquilo, afrontar el desafío europeo. Si hoy estuviera en esa situación, me iría diez mil veces a Francia otra vez. Incluso aunque supiera que Boca va a ganar tres Libertadores y dos Intercontinentales.
68 ¿Te fuiste defraudado con alguien? No, los títulos no se dieron, nada más. Me trataron bien y estoy orgulloso de haber vestido esa camiseta.
69 ¿Al fútbol francés se lo subestimó hasta que ganó el Mundial 98? Puede ser. El jugador francés cambió su mentalidad cuando empezó a jugar en el exterior, en los 80. Al buen fútbol le sumaron eso que hace falta para ser campeón: garra, concentración. Y en el Mundial 98 hizo un clic. Tal vez no se instaló entre los mejores porque no tienen el circo mediático de otras ligas. Pero en la final de la Champions y de la UEFA hubo equipos franceses.
70 ¿Qué te quedó del paso por América de Cali? Más que ir, me hicieron ir al América. Con mi consentimiento, pero… Fue una etapa linda. Lo que no logré en mi país, a excepción de la Supercopa con Racing, lo conseguí afuera. Salí campeón en Francia y en Colombia. Me hicieron ir por aquella famosa firma que me falsificaron en el 87. No me quedó otra que aceptar. Si no cedía, se me complicaba el futuro. Y agarré un equipo bárbaro con Rincón, Leonel Alvarez, De Avila, Bermúdez... Lástima que bajaron el cupo de extranjeros y quedé sin lugar. De los 34 partidos jugué 29 y marqué 4 goles. La pasé bien, el problema fue para volver.
71 ¿Por qué? Como suele pasar en el fútbol cuando alguien se va en conflicto, decían que estaba roto, que no podía jugar. Había quedado libre de Racing, los dirigentes tenían la espina clavada y me difamaron. Hacían hincapié en mi operación de tobillo, pero después de eso yo había jugado el Mundial 90. Igual me costó volver. Gustavo Ríos, el médico que me operó, tuvo que hablar directamente con Tucho Villani, el médico de Lanús, para que se convencieran de que no tenía nada. “Vas a ver lo bien que anda”, le dijo. Y bueno: hicimos una gran campaña, peleamos el torneo hasta el final.
72 ¿En Cali te tocó vivir alguna experiencia vinculada con el narcotráfico? Sí, el primer día. Llegué a Bogotá para tomar el avión hacia Cali y lo pararon. Nos bajaron y lo revisaron todo, porque se había escapado Pablo Escobar de la cárcel.
73 ¿Cómo fue ser un jugador alquilado? Recién había llegado a Racing, soñaba con lo máximo. Pero justo cambiaron los torneos, se empezó con los Clausura y Apertura. Y a Racing le quedó un bache de seis meses, igual que a Central. Ellos prestaron a todos los jugadores. Y nosotros fuimos alquilados a jugar el Torneo Argentino para Argentino de Mendoza, que tenía los mismos colores. Eramos locales en el estadio mundialista, todos nos jugaban a muerte. Salimos segundos y no clasificamos, sólo subía el primero. Una experiencia rarísima.
74 ¿Qué se te cruza por la cabeza si te nombro a Santiago Ostolaza? Un recuerdo feo: la fractura de tobillo, en la Recopa Sudamericana, contra Nacional. Por suerte fue a los 19 años y me recuperé. Fue una patada sin mala intención.
75 Jugaste en grandes como Boca y Racing, y en un chico como Lanús. ¿Los árbitros hacen diferencia? Inconscientemente, puede ser. Pero no entran predispuestos a eso. Es difícil resolver en décimas mientras te presionan 50 mil tipos. Yo les discuto mucho, pero no dudo de su honestidad.
76 ¿El ambiente del fútbol es hermoso o hipócrita? Hermoso e hipócrita. A veces es más hermoso que hipócrita, a veces es al revés.
77 La charla técnica que más te marcó. Varias de Menotti, un motivador excepcional. Entrabas a la cancha sintiéndote el mejor.
78 Un recuerdo del debut en All Boys. Fue contra Chicago. Sánchez, el que se lesionó para que yo entrara, fue a festejar un gol, se resbaló en el alambrado y chocó contra la pared. Cuando me dijeron que entraba me agarró un poco de miedo. Pero como pasaba el día en el club y la gente me conocía, tuve una recepción buenísima. Todos eran amigos míos y gritaban “y dale, Zurdo, dale, dale, Zurdo…”
79 ¿Sentiste el famoso espíritu olímpico cuando jugaste por Argentina en Seúl 88? Sí... ¿Sabés cuándo? Cuando nos alojamos en la Villa Olímpica y compartimos el comedor con los demás deportistas. Tipos anónimos o consagrados como Carl Lewis o Gabriela Sabatini. Linda experiencia.
80 ¿Hay diferencia entre el Bilardo que conociste en Italia 90 y el que hoy te dirige en Estudiantes? Está más tranquilo. Estudiantes es su casa, no tiene tanta presión. Pero a nivel de la obsesión por tener bien a sus jugadores, es el mismo…
81 La cosa más loca que le viste hacer a Bilardo. Además de la historia del “gatoreit” en River, una en Australia, con la Selección. Un camarógrafo se cruzaba delante del banco cada dos minutos y no lo dejaba ver. Entonces le pidió a Madero un papel y una lapicera y anotó: “Aerolíneas Argentinas”. Cuando venía la cámara, Bilardo lo mostraba. “Ya que me hinchan las pelotas, por lo menos hagamos publicidad por algo del país”.
82 ¿Te interesa la política? Me interesa lo que pasa en el país, no estoy afiliado a ningún partido. Mi filosofía es vivir y dejar vivir. Los argentinos no tenemos memoria, por eso caemos en los mismos errores cada cinco o diez años. Nos debilita la corrupción. Y lo que más bronca me da es que vivamos en la inseguridad total. Vos podés comer carne un día y arroz al otro. Pero no te podés privar de caminar por la calle.
83 ¿Qué te parece Marchi como dirigente gremial? Hizo mucho por el fútbol y deberá hacer mucho más. Le dio una fuerza importante al gremio.
84 ¿Boca era un cabaret, como decía Latorre? Tenía los problemas de cualquier equipo cuando las cosas no se dan. Diego pronunció una frase poco feliz y un periodista vivo la potenció. Yo supe de grupos que tuvieron problemas gravísimos, peores que aquel Boca, y que nunca trascendieron porque se taparon con resultados.
85 ¿Se puede armar un gran equipo con malas personas? Totalmente. En Francia había compañeros míos que ni se hablaban. Y salimos campeones.
86 ¿El fútbol está farandulizado? Es evidente que la televisión apuntaló al fútbol en momentos difíciles. Entonces es lógico que la actividad se haya mediatizado, no farandulizado.
87 Un recuerdo de la noche previa al debut en Racing. Me quedé dormido, llegué tarde al almuerzo. Dormí como un ángel, estaba tranquilísimo.
88 ¿Sentiste vergüenza en una cancha? Cuando me comí algún caño grosero.
89 ¿En qué equipo te hubiera gustado jugar y no se dio? En el Napoli de Diego. Hubo contactos, pero la negociación se cayó.
90 ¿Tu mayor virtud como jugador? Yo digo que tengo tres: mi pierna izquierda, el corazón y la cabeza. A la pierna derecha le agradezco el apoyo…
91 ¿El compañero más divertido? El Turco García.
92 Contame una. Son irreproducibles... Cuando yo era soltero, cada tanto me tocaban el timbre. Era el Turco que venía a dormir a casa con la valijita. La mujer lo había echado de la casa…
93 El peor vicio del futbolista actual. Buscar excusas. Me incluyo.
94 El mejor defensor del mundo hoy. Baresi fue el mejor. Hoy es un argentino: Ayala o Samuel.
95 ¿Alguna vez te insultó un árbitro? Sí, pero nada grave. Uno les dice “dejate de joder”, y ellos te responden “dejate de joder vos y jugá”.
96 ¿Qué le aconsejarías a un pibe que está empezando en el fútbol? Ahora tienen representante a los 8, 10 años. Con eso se pierde la esencia del juego, la pasión. Les aconsejarían que no la pierdan. No deben contaminarse, sino divertirse. Pero los verdaderos responsables son los padres. Además, hay que prepararlos por si no llegan.
97 ¿Cómo? Con infraestructura y proyecto. Si no estudiás, no jugás. Si tenés malas notas, una fecha sin jugar. Así apuntalás el cremiento intelectual por si no hay crecimiento futbolístico. Porque de mil pibes llegan tres.
98 ¿Qué le pedirías al presidente Kirchner? Que solucione el problema de la seguridad. Se pude vivir con 10, 20 o 30 pesos, pero no con miedo.
99 ¿Qué le cambiarías a tu carrera? Nada. Estoy muy contento con lo que hice. Nadie me regaló nada, siempre la luché. Jugué acá, afuera y en la Selección, estuve en un Mundial y en un Juego Olímpico… Y jugué porque era considerado el mejor para el técnico de turno. Ese es mi orgullo.
100 ¿Cómo te gustaría que te recuerde el hincha? Llegué en silencio y me gustaría irme de la misma manera. En la calle siento el respeto de todos los hinchas. No soy ni fui ídolo, pero sí un tipo respetado. Y eso es bastante.