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“TENGO TIEMPO PARA JUGAR EN LA SELECCION MAYOR”

El ex defensor de Ferro disfruta de su segunda temporada en Sevilla, analiza su puesto como volante central, recuerda un 2007 con matices y no se desespera por un llamado de Basile.

Por Redacción EG ·

19 de noviembre de 2008
Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de noviembre de 2008
-¿CUALES son las diferencias entre vivir en Sevilla y en Ramos Mejía?
-Se extraña a los amigos, al resto de la familia que se quedó en el país; el clima es caluroso y seco, hay menos espacios verdes y, principalmente, nada de inseguridad. Después, me acostumbré a almorzar a la tarde, tipo tres y media, porque acá te inculcan eso. No existen los asados que se hacen en la Argentina, pero se come excelente.
-¿Te sorprendés vos mismo por jugar de volante central?
-(Risas) Nunca me lo hubiese imaginado. Me ubicaron como zaguero central en mis primeros 15 partidos en la filial, Sevilla Atlético. Vieron que tenía buen manejo de pelota en la salida, que arriesgaba mucho y me mandaron al medio. No entendía nada. Corría más que como defensor. Al principio, alternaba y ahora es cotidiano. Me cambia la visión del juego y logro anticiparme más a las maniobras. Es un plus. En Europa, la utilidad del doble cinco es distinta a la que se le da en la Argentina. Aquí, no se reparte el mediocampo en dos, sino que uno juega delante de los centrales, como volante tapón, y el otro se suelta y pasa al ataque siendo más ofensivo.
-En cuanto al juego, ¿en qué creciste?
-En lo técnico. Es que cuando pasás al ataque, tenés que saber tirar una pared e ir a buscar la descarga. Y si me queda para patear, hay que sacudir sin importar si soy defensor o qué. Después, se adquiere mayor concentración en los entrenamientos, mañas y salir jugando de abajo. Se estila tocar con el arquero para resolver la presión del rival en vez de revolearla.
-Si bien Sevilla posee un equipo de jerarquía, ¿es imposible pelearles la Liga al Real Madrid y al Barcelona?
-Es complicado. Tienen los mejores presupuestos, planteles lujosos y cargan con la obligación de ganar. Nosotros pelearemos el campeonato, la Copa de la UEFA y la del Rey. En la Liga, el objetivo es ingresar en la Champions League o en su defecto mantenernos en la de la UEFA.
-Entonces, ¿cuál es la fórmula?
-Ser regulares. Es clave hacerse fuerte de local y no perder de visitante. Aprovecharemos las bandas por contar con volantes y delanteros ligeros, y así terminar la acción por el centro con Luis Fabiano como referencia. El resto consiste en defendernos con la pelota para no sufrir.
-¿Repetir los logros de 2007 es una utopía?
-Es imposible. Llegué a principios de ese año y viví los mejores seis meses en la historia del club. Terminamos terceros en la Liga y ganamos la Copa del Rey, la de la UEFA, la Supercopa española y ascendimos a Segunda División con el Sevilla Atlético. Fue una locura. Hacía seis meses que estaba en Ferro, en la B Nacional, viajaba dos horas para practicar en Pontevedra, y de golpe el panorama se modificó.
-Si bien alternabas entre el primero y el segundo equipo, ¿qué sentiste en aquella definición de la Supercopa española ante el Real Madrid?
-Fue impensado. A tres horas del partido me enteré de que iba a ser titular como central. Cuando salí e hice el reconocimiento al campo de juego del Bernabéu, no lo creía. Todavía me acuerdo y pienso que fue mentira. Era mi tercer partido oficial con la Primera. Nunca soñé con jugar ahí. Y de repente, ya dentro del campo, miré el estadio y tenía la sensación de que se me caía encima. Mantuve la cabeza fría y lo tomé como un encuentro más. Al final, salimos campeones.
-También pasaste por momentos difíciles en ese 2007. ¿Tuviste miedo cuando murió Antonio Puerta?
-No, pero fue jodido. El estaba siempre de buen humor y bromeando. Incluso, se cambiaba al lado mío. En ese momento, vivía solo; mis padres y mis tres hermanos aún no se habían instalado en Sevilla, lo único que hacía era entrenarme y todos te contagiaban la angustia. Un golpe duro. Dolió mucho. Se perdió una gran persona.
-Y en el medio de la vorágine sevillista, te consagraste campeón del Mundial Sub 20. ¿Coincidís con que ese fue tu despegue?
-Sí, me sirvió mucho, pero no sólo a mí, sino también al resto de mis compañeros. Fijate que a Kun (Sergio Agüero) se lo criticaba al principio en el Atlético de Madrid y luego de la Copa del Mundo se lo respetó. El sumó confianza y explotó como si fuese otro jugador, distinto a su anterior versión. Hoy es ídolo. A mí sólo me conocían de Ferro y del Sudamericano de Asunción, en Paraguay, donde quedamos segundos. Y haber ganado el Mundial de Toronto, en Canadá, colaboró para subir definitivamente a la Primera. Significó una alegría enorme y mi primer título con la Selección.
-¿La medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 es una emoción distinta o similar?
-Diferente. En los Juegos se encuentran diversas disciplinas, compartís la Villa con otros atletas y ahí los candidatos no salían de nosotros y Brasil. Más allá de que uno tiene el privilegio de ser campeón olímpico, valoro más haber sido campeón del mundo. Lo siento así. Y en los clubes piensan de la misma manera. Quizá con el transcurso del tiempo me dé cuenta realmente de lo que conseguimos.
-Vos que lo tuviste a mano, ¿Lionel Messi es tan fenómeno?
-Es crack. Está arriba de todos. Cuando lo ves, te das cuenta; y cuando jugás, ni hablar. Siempre te saca ventaja. El y Cristiano Ronaldo se encuentran hoy en la cúspide.
-¿Cómo aventurás jugar en la Selección Mayor: cercano o lejano?
-No está tan lejos. A mis 21 años todavía soy joven. Aún tengo tiempo para jugar en la Selección Mayor. Trato de no hacerme la cabeza. Sé que voy a llegar. Sería excelente formar parte del plantel en Sudáfrica 2010, aunque habrá más Mundiales. Hoy está complicado. Hay demasiados buenos jugadores.
-¿En qué puesto te gustaría desempeñarte?
-Quiero jugar y no me importa dónde sea. Jugué muchos más partidos como defensor, pero si me ponen de volante central no tendría inconvenientes.
-¿Qué te sorprendió del fútbol español?
-Son maniáticos de conservar la cancha mojada. La riegan hasta minutos antes del partido para que el campo esté más rápido. Es notable la diferencia. El ritmo es intenso y la bola corre a una velocidad tremenda. El juego es vistoso por la calidad de jugadores, pero no es más ligero porque sean más rápidos.
-¿Qué jugador que actúa en Europa te impactó?
-Emmanuel Adebayor, del Arsenal, a quien tuve que marcar en la Champions League. No sabés cómo juega él y el equipo en general. Tocan de primera, de memoria, con velocidad, categoría y precisión.
-¿Te hubiese gustado mostrarte en Primera A del fútbol argentino?
-Es que iba a jugar en Primera A y se cayó la operación. Tenía todo arreglado para pasar de Ferro a Lanús, pero se metió Sevilla en el medio y varió mi destino: pasaje sin escala al fútbol europeo.

Darío Gurevich