¡Habla memoria!

El final más triste

El ex jugador de Boca Néstor Hernandorena fue asesinado en su casa de General Pacheco. Con su caso se agranda la lista de arqueros que terminaron su vida de una manera trágica.

Por Redacción EG ·

14 de noviembre de 2008

Algunos eligieron terminar con el dolor que sentían, otros lucharon cara a cara con la muerte hasta que el cuerpo dijo basta.
Néstor Manuel Hernandorena

Hernandorena tuvo un breve paso por Boca, en 1975. El pasado 12 de noviembre se conoció que fue asesinado de un escopetazo en la cabeza en su casa de General Pacheco. Solamente le sustrajeron la escritura de su vivienda, por lo que no parece haber sido un robo común y corriente. Llevaba alrededor de 20 días muerto. "Hacía unos años que se había divorciado y vivía solo en la casa de su madre", contó a la prensa el hijo del futbolista retirado. Hernandorena debutó en 1965, en Tigre. Además de actuar en Boca, pasó por Huracán, Ferro, All Boys, San Lorenzo de Mar del Plata, Temperley, Sarmiento de Junín y Estudiantes de Río Cuarto.
Sergio Pedro Schulmeister

"No sé. Perdí la cabeza. Estaba solo. Empecé a pensar y soy de agrandar los problemas. Se hablaba mucho de una transferencia y al final no se dio. Y encima, arrastro hace dos meses una lesión", había dicho Sergio en una entrevista, luego de aquella noche del 24 de septiembre de 2001 donde intentó con un cuchillo hacerse un tajo en la parte izquierda del cuello. En febrero de 2003, con 25 años, Schulmeister se suicidó en su departamento del barrio de Boedo. El arquero de Huracán se había colgado del cuello con un cinturón de vestir. El futbolista que había atajado en Defensores de Belgrano, San Miguel y Atlético Rafaela, sufría crisis depresivas temporales y en los meses previos al suicidio había dejado el tratamiento psicológico.
Alberto Vivalda

Comenzó su carrera a mediados de los ´70, defendió el arco de Racing, Chacarita, River, Platense, Unión, Ferro y Millonarios de Colombia. Se retiró en 1990. El 4 de febrero de 1994, a los 37 años, se arrojó a las vías del ferrocarril Mitre, en San Isidro. La muerte de su papá mientras jugaba en Colombia, dicen, lo había traumado y sumergido en una depresión.
Osvaldo Rubén Toriani

El arquero se inició en Tigre, en 1958. También pasó por Independiente, Newell´s, América de Colombia y Miami Toro´s Soccer Club de Estados Unidos. Ya retirado, trabajaba como guía de grupos de turistas en Miami. El fallecimiento de un pequeño hijo ahogado en la pileta de la casa del propio Toriani lo sumergió en una crisis depresiva. Además, después de la muerte de su hijo, se había separado de su mujer. Ya en Argentina, en la zona norte de Buenos Aires, se suicidó el sábado 24 de septiembre de 1988, inhalando gas tóxico.
Mariano Gutiérrez

Atajaba en San Martín de Burzaco, hasta que tomó la decisión final el sábado 26 de enero de 2008. El jugador santafesino se ahorcó por la noche en su casa de San Francisco Solano. Su esposa estaba embarazada de tres meses. Horas antes del suicido, Gutiérrez le había dicho a la presidenta del club, Gladys Ruifernández, que había tomado una decisión. Según las crónicas de los diarios, Gutiérrez, de 28 años, atravesaba problemas familiares.
Luis Ibarra

Fue arquero de Tigre, al igual que Toriani, pero algunas décadas después. Se arrojó desde la terraza de su departamento luego de matar a Yovana Riveros Vargas, su mujer. El domingo 20 de septiembre de 1998, el futbolista estaba concentrado en un hotel céntrico y se dirigió a su casa del barrio de Martínez, donde vivía con sus dos hijas. Según le contó el encargado del edificio a la Policía, el arquero tuvo una fuerte discusión con su esposa. Después de asesinarla con un cinturón, subió los 10 pisos del edificio y se arrojó al vacío. La depresión que padecía, cuentan los que lo conocieron, era porque sufría mucho cuando no era titular. Otros, sin embargo, sostienen que se había puesto mal por la pérdida de un embrazo de su mujer.
Gustavo Eberto

El ex jugador de Boca falleció en diciembre de 2007, a raíz de un cáncer testicular. El arquero tenía 24 años y había sido campeón del Sudamericano Sub 20 con la Selección Argentina en Uruguay, en 2003. Ese mismo año se produjo su especial debut en Primera: un equipo repleto de chicos perdió por 7-2 ante Central en Rosario, mientras los titulares festejaban la obtención de la Copa Libertadores en la Bombonera. El chico de Pasos de los Libres también jugó en Talleres de Córdoba, a donde había ido para ganar la continuidad que no podía conseguir en el club Xeneize. “Son cosas que pasan en este mundo y hay que aceptarlas. Hay que lucharla y tratar de seguir adelante”, había dicho sobre su enfermedad.
Lucas Molina

El 28 de noviembre de 2004, el joven arquero de Independiente, de 20 años, sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras dormía y falleció en el hospital algunas horas después. El chico de Berazategui nunca había mostrado indicios de problemas cardíacos, ni tenía algún familiar con ese problema. De la escuela de Pepé Santoro, Molina había llegado a jugar cinco partidos en el club de Avellaneda, entre ellos un recordado 0-0 en la Bombonera en el que fue figura. También formó parte del seleccionado Sub 20 que ganó el Sudamericano de 2003, en Uruguay. Allí fue suplente de Gustavo Eberto.
Emiliano Molina

Otro chico de Independiente tuvo un trágico desenlace. Emiliano tenía 17 años y estuvo internado 12 días por un accidente que sufrió en el Puente Pueyrredón, hasta que el 25 de junio de 2005 falleció en el Hospital Fiorito. Chocó con su vehículo contra un camión estacionado, mientras iba acompañado de su novia, la hermana de ella, que también falleció, y un amigo. Había llegado hasta la reserva del Rojo y participó de la Selección Sub 17 que jugó el Sudamericano de Venezuela en marzo de aquel año.
Oscar Pezzano

Fue el arquero de Estudiantes en el último partido de la final de la Copa Intercontinental 1970 ante  Feyenoord y parte del exitoso proceso de Osvaldo Zubeldía. Posteriormente salió campeón con Bilardo en 1975 tras un breve paso por Vélez. En febrero de 1994, con 45 años, fue asesinado de una puñalada cuando intentaba separar a dos grupos de jóvenes que se estaban peleando a la salida de una discoteca en Carhué, provincia de Buenos Aires, donde vivía su familia. Pocos días antes se había suicidado Alberto Vivalda.

Iván Sandler y Roberto Parrottino