"No hay que renegar de lo que no se tiene"

Tic-tac. Algo se acerca. Tic-tac-tic-tac. La sensación es cada vez más fuerte. Como si un tren se aproximara a toda velocidad pero no se ve donde está. Esa es la clave, los participantes de este juego no pueden ver. Y la pelota ya pasó por al lado de los pies, que no atinan a reaccionar al sonido del sonajero.
En este caso se trata de un partido de fútbol para ciegos que están disputando dos equipos conformados por estudiantes de periodismo deportivo –en el Cenard- obviamente con los ojos vendados. “¿A dónde la tirás arquero? ¡Sos más ciego que yo!”, grita Diego Cerega, integrante de Los Murciélagos, la Selección nacional, y arranca carcajadas en los que miran el partido desde afuera mientras esperan su turno. Los cuerpos rígidos y temeros de los jugadores avanzan con incertidumbre hacia distintas direcciones, nada de correr todos atrás de la pelota, con la desorientación inicial cada uno va para donde puede.
¡Voy!
Sin la vista se hace muy importante desarrollar el oído. Nadie se había percatado que detrás de un arco pasaba la ruidosa avenida Lugones y del otro reinaba la calma de las instalaciones del centro deportivo, hasta que Cerega lo avisó. “También pueden fijarse donde están si pasa un avión que está bajando o subiendo”, agregó. Era mucho pedir. Es necesario prestar especial atención a los ruidos que produce la pelota con los cascabeles que suenan dentro de ella, y es esencial, por regla y para evitar choques, gritar la señal universal: “voy”.
Otro mundo
La concepción del mundo cambia cuando se deja de lado lo visual pera empezar a percibir las cosas a través de los distintos sentidos. Hay que empezar a construir el alrededor a partir del olfato, el tacto y el oído. “Los que nunca vieron cuentan que sueñan con relieves, olores y sonidos, ellos sueñan como sienten la vida”, destacó el jugador dos veces campeón del mundo con la Selección. En este partido la confianza disminuye ante lo desconocido y los más osados son los que se atreven a acelerar el paso apenas un poco.
¿Quién lo hizo?
Diego se florea en la cancha: tacos, sombreros, caños. Menos mal que es el volante tapón y se identifica con Giunta, según avisa en la charla previa. Igualmente disfruta de lo que hace, goza de la belleza estética que produce, que no ingresa solamente por los ojos. Desde afuera alguien grita un gol, y dos compañeros que deambulaban por la mitad de la cancha, sin saber donde estaban parados, se preguntan por el autor. Fiel a su estilo competitivo, Cerega aprovecha para hacer lo que no acostumbra en las competencias.
Los de afuera son de palo
Sería impensado en el fútbol convencional el hecho de jugar con absoluto silencio para favorecer la concentración, como suele pasar en el tenis. En el fútbol para ciegos es una necesidad imperiosa que la gente esté callada. Hay voces que vienen desde afuera, pero se hace difícil identificarlas para quienes no tienen el oído entrenado, y se cae en la cuenta de cuánto se asocia los sonidos con las caras. Toma vital importancia la tarea de los guías que sirven para orientar, las palabras del técnico, los arqueros - que son videntes- y los propios jugadores. En este partido no faltaron los golpes, choques, pifias y algún que otro vivo que se sacara la venda. Pero cada tiro al arco era festejado por el resto como si hubiera sido un gol.
La voz de la experiencia
Cerega explicó la importancia de la comunicación y la confianza. El da charlas de motivación en algunas empresas y sostiene que estos conceptos son los pilares del éxito. Cuanta menos información puede incorporar una persona por si misma, más necesita que se la den los otros. Para algunos puede ser una debilidad, para hay quienes logran la plenitud en la vida en conjunto. En cuanto al juego, manifestó entre risas: “Cuanto más corro, y si gano, más lindo fue el partido”. Pero también advirtió que “se nota cuando un equipo es mezquino, se defiende o sale con todo a atacar”. Por último se retiró con un mensaje: “Esto se trata de no renegar de lo que no tenemos, sino aprovechar lo que hay”. Después de vivir esta experiencia, son muchos los que empiezan a sentir un tic-tac en la cabeza.
5 PREGUNTAS, 5 RESPUESTAS
¿Qué particularidades tiene esta disciplina?
La pelota no es silenciosa como la convencional, sino que tiene cápsulas sonoras entre el cuero y la cámara, para orientar a los jugadores. Hay un arquero que es vidente y cuatro jugadores de campo ciegos. La cancha es de 40 metros de largo por 20 de ancho y está dividida en tres zonas: la defensiva orienta el arquero, del medio se encarga el técnico y adelante hay guías que llaman desde atrás de los arcos. Los jugadores deben decir “voy” antes de disputar la pelota y es necesario que prime el silencio.
¿Cómo nació el apodo de Los Murciélagos?
Se le ocurrió en 2002 a Silvio Velo, considerado 4 veces consecutivas como el mejor jugador del mundo. “Merecíamos incorporarnos al zoológico de las selecciones”, manifestó en una entrevista.
¿Qué logros deportivos tuvo la Selección?
Los dirigidos por Gonzalo Vilariño ganaron los Mundiales Rio de Janeiro 2002, Buenos Aires 2006, obtuvieron el oro en la Copa América 2005 en San Pablo, plata en Copa IBSA, en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, y en los Panamericanos de Rio de Janeiro 2007. También cosecharon el bronce en la Copa América de Bogotá 2003 y en los Juegos de Beijing 2008.
¿Hay diferencias entre un jugador que perdió la vista con el tiempo y otro que nunca la tuvo?
Sí, los que alguna vez pudieron ver suelen imitar los movimientos que ya tenían adquiridos, es por una cuestión de distinto desarrollo psicomotriz. “Como andar en bicicleta, una vez que se aprende nunca se olvida”, lo define Cerega, quien perdió la vista en su adolescencia. No es el caso de Silvio Velo, que es ciego de nacimiento.
¿Qué ocurre con las personas que tienen visión disminuida?
Existe otra disciplina que los agrupa. La ceguera de los jugadores de los Murciélagos es considerada B1, los que padecen otro tipo de problema en la vista son examinados y se los califica con B2 o B3 según los resultados. En este deporte cambian algunas reglas, como por ejemplo se coloca un color fuerte cerca del arco y otro claro alrededor para hacer más notorio el contraste. La Selección de comienza a disputar el Mundial el domingo en las instalaciones del Cenard.

Iván Sandler