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LA OTRA PASION DE ROGER

Federer decidió cambiar su destino a los 12 años, cuando eligió al tenis, en lugar del fútbol. En una entrevista a la revista Four Four Two aseguró "que hubiera sido un buen capitán".

Por Redacción EG ·

04 de agosto de 2008
Roger Federer, el número uno del mundo del tenis, podría haber sido un gran futbolista. Apasionado por el Basel, el suizo le confesó a la revista Four Four Two que hubiera sido un muy buen capitán en caso de haber optado por la número cinco, en vez de dedicarse al deporte de las raquetas.
El mejor tenista de todos los tiempos no quiere hablar de fútbol, pero termina haciéndolo. A Roger no le gusta perder ni a la bolita y, para peor, el seleccionado suizo, anfitrión de la última edición de la Eurocopa, tuvo una muy mala performance en el certamen. Al momento de la entrevista con el periodista Neill Billingham, el equipo de sus amores, Basel, había quedado lejos de la punta del campeonato local. ¡Peor, imposible!
 
“El peor momento para mi fue en la temporada pasada cuando perdimos la liga contra el Zúrich, nuestros máximos rivales”, aseguró el ganador de doce títulos de Grand Slam. “Todo pasó el último día de la temporada y perdimos por un punto. En ese momento, yo estaba en Roma jugando el Masters Series y recuerdo que estaba bastante desilusionado”.
 
No lo sigue a todas partes
 
Por sus compromisos con el calendario tenístico, Federer es un fanático que no tiene tiempo para ir a la cancha. Se perdió el partido inaugural de la Euro ante la República Checa, porque estaba en Roland Garros.
 
Anfitrión feliz
 
Roger se encontraba en Austria cuando se enteró de la llegada de la Euro a su país: “Estaba muy orgulloso. Fue muy emocionante en ese entonces no había pasado nada por un tiempo. Había algunas preocupaciones sobre los hooligans y los asuntos de seguridad al principio y algunas personas estaban enojadas cuando era difícil conseguir entradas y se dieron cuenta que muchas de ellas iban a ser destinadas a los sponsors, pero sobre todas las cosas todos comenzaron a emocionarse”.
 
Todo empezó en…
 
Federer se enamoró del fútbol durante el Mundial de Italia 1990. Tuvo la chance de presenciar el certamen porque estaba de vacaciones con su familia en ese momento. “Tenía sólo nueve años pero recuerdo que todo el país estaba loco, especialmente cuando jugaba Italia. Después de que perdieron con Argentina en las semifinales, recuerdo ver a la gente llorar por la calle”, relató.
 
“Mis héroes eran los italianos. Amaba a Roberto Baggio y a Toto Schillaci, pero después, mis jugadores favoritos fueron Ronaldo, Figo y Zidane”.
 
Sus inicios como futbolista
 
“Cuando era niño jugaba para Concordia Basel, por lo que jugaba contra el Basel”, contó a la revista FFT. “Marco Chiudinelli, otro tenista, solía jugar de líbero para el Basel y yo era delantero, y tuvimos grandes batallas”, agregó Roger.
 
 “Después de que dejé de jugar al fútbol comencé a hinchar por el Basel”, admitió el mejor tenista de la actualidad.
 
El final de un ciclo
 
La decisión de dejar una de sus pasiones para dedicarse al tenis no fue sencilla. “Cuando tenía 12 años mi calendario tenístico estaba tan ocupado que yo simplemente no podía seguir jugando varios deportes”, explicó Federer.
 
¿Qué hubiera pasado?
 
El suizo no se achicó y estima que hubiera tenido un buen futuro si se dedicaba al fútbol. “Me gustaría pensar que podría haber sido futbolista. Jugaba de volante ofensivo o de delantero. Era un buen líder por lo que creo que hubiera sido un buen capitán”, resumió.
 
En 2004, esos sentimientos hicieron eco por el entrenador Christian Gross, que era- y sigue siendo- el entrenador del Basel cuando Federer volvió a su ciudad natal para un entrenamiento con su equipo favorito. “Estoy segura de que si el hubiera persistido podía haber tenido una gran carrera”, después de haber presenciado las otras habilidades de Federer.

 Alejandra Altamirano Halle