¡Habla memoria!

UN REPASO A LA HISTORIA

A 148 días del comienzo de los Juegos Olímpicos de Beijing, comenzamos con un resumen de las participaciones argentinas en cada una de las anteriores citas.

Por Redacción EG ·

12 de marzo de 2008

La presencia de deportistas argentinos en los Juegos Olímpicos recién comienza en París, en 1924. Atrás habían quedado Atenas 1896, País 1900, San Luis 1904, Londres 1908, Estocolmo 1912, Berlín 1916 y Amberes 1920. Ocho Juegos a los que Argentina no envió atletas. El Presidente Marcelo Torcuato de Alvear creó entonces por decreto el Comité Olímpico Argentino (COA), y posteriormente el Congreso de la Nación votó una partida de 250.000 pesos para sufragar los gastos del viaje de la delegación criolla, con fondos de premios no cobrados de los beneficiarios de la Lotería Nacional.
 
Un grupo de deportistas se atrevió a cruzar el Atlántico en barco hasta el Viejo Continente, viaje que demandaba cuatro largas semanas. Ellos sabían que la etapa final de su preparación sería deficiente, ya que la iban a tener que realizar arriba del barco. Hacia Francia partieron 93 compatriotas, todos hombres, dispuestos a dejar el nombre de la Argentina en lo más alto del deporte mundial y a sentar las bases del olimpismo en nuestro país. A los VIII Juegos de la Era Moderna llegaron representantes argentinos de yachting, remo, tiro, natación, pesas, esgrima, 100 metros, 200 metros, 400 metros, 4 x 100 metros, 110 metros con vallas, 400 metros con vallas, decatlón, pentatlón moderno, triple salto, salto en largo, boxeo, tenis, ciclismo y polo.
 
Entre todos ellos, había un grupo de seis hombres que se tenían una confianza ciega para obtener una medalla. Sus nombres eran Guillermo Brooke Naylor, Juan Miles, Enrique Padilla, Arturo Kenny, Jack Nelson y Alfredo Peña, integrantes del equipo de polo. En ese deporte tan tradicional en nuestras tierras algo estaba en juego: demostrar que el polo argentino era el mejor del mundo. El cuarteto nacional llegó a Francia con el cartel de vencedor antes de comenzar la disciplina y así lo demostraron. Disputaron cuatro partidos, marcando 46 goles y recibiendo sólo 14. La final, frente a los Estados Unidos, fue el partido más parejo, que se definió para los argentinos por 6-5 con un tanto agónico de Jack Nelson en el séptimo y último chukker. Con esa victoria, los “Cuatro grandes del Sur” (Miles de back, Padilla de 3, Nelson de 2 y Kenny de delantero) lograban para Argentina una medalla de oro por primera vez en su historia olímpica.
 
Pero esa no fue la primera presea obtenida para nuestro país. El boxeador Pedro Quartucci quedará por siempre en los registros por haber sido él quien ganó la primer medalla de todas: fue de bronce, en la categoría pluma de boxeo. Desde ese momento, el boxeo escribiría la página más gloriosa del deporte olímpico nacional, ya que la de Quartucci sería la primera de las 24 medallas que este deporte conseguiría a lo largo de los Juegos, algo que ninguna otra disciplina ha conseguido ni por asomo.
 A esas dos medallas en la primera participación nacional también hay que sumar las de plata de Héctor Méndez y Horacio Copello en boxeo -categorías medio mediano y liviano, respectivamente-, la del equipo de tiro en pistola automática o revólver libre 25 milímetros (integrado por Carlos Ballestrini, Víctor Bigand Ricardone, Lorenzo Amaya y Matías Osinalde) y la de Luis Brunetto en salto triple; hubo otra más de bronce, que fue para Alfredo Porzio en los pesos pesados de boxeo.

Santiago Martella