¡Habla memoria!

Antonino Spilinga

El tanito volador, un arquero de fuste. Su pase a Boca causó conmoción, pero le tocó ser suplente de Roma.

Por Redacción EG ·

12 de enero de 2007
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El arco era su lugar. Comenzó en Argentinos Juniors, club del que era hincha, cuando el equipo de La Paternal ascendió en 1956. Dueño de grandes reflejos y de un estilo clásico, Antonino dio el gran salto en 1960 cuando pasó a Boca por 550 mil pesos, impactante cifra para la época. pero allí estana Antonio Roma y no tuvo demasiadas chances: jugó un sólo partido. Por eso volvió a Argentinos, luego a Central, integró el Racing que ganó la Libertadores 67, otra vez regresó a Argentinos, después pasó por All Boys y se retiró a los 39 años en Estudiantes de Buenos Aires.