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Invasión de mosquitos en Francia y lluvia de balas en Jamaica. El fútbol, amenazado.

Por Redacción EG ·

14 de noviembre de 2006

Bzzzzz BzzzzzzPican y pican y no paran de picar. Los jugadores del Istres francés se graduaron en los piques cortos y largos, pero no mientras hacían el test de Cooper, sino mientras trataban de huir de la invasión de mosquitos que azotó la ciudad de Fos-sur-mer, en el noroeste de Francia, y que entre otras cosas (¡ay! ¡me picó algo!) obligó a suspender el partido que debía jugarse ante el (¡ay! ¡otra vez!) Caen, de la Segunda División. Al parecer, los meteorólogos sacaron a la luz viejas escaramuzas territoriales y le endilgaron la culpa de la plaga al rico sureste francés, cuyo buen tiempo habría generado una producción récord de larvas que luego emigraron hacia el norte. Otra que los aviones Mirage...Tiros y muerteLos riesgos de presenciar un partido aburrido cada vez son mayores. En Ewarton, Jamaica, un espectador se desquició, sacó un arma y sin que mediara palabra, comenzó a disparar contra la multitud que había asistido al partido entre dos equipos locales. Luego de asesinar a cuatro personas, entre ellas una nena de tres años, el tipo se suicidó. "Es tan increíble. Este tipo de cosas las ves en vídeos y películas", contó Marjorie James, una mujer de 26 años que se refugió como pudo de la lluvia de balas.